El manager general del Euskaltel, Igor González de Galdeano, ha expuesto el citado objetivo en la presentación oficial del equipo que correrá en la ronda gala celebrada en la sede técnica del Euskaltel, en la localidad vizcaina de Arrankudiaga.

El Euskaltel se presentará en la línea de salida con un equipo que combina «experiencia y juventud» liderado por Igor Antón y que completan Mikel Astarloza, Gorka Izagirre, Juanjo Oroz, Rubén Pérez y cuatro corredores que debutarán en el Tour: Ion Izagirre, Romain Sicard, Mikel Nieve y Juanjo Lobato.

El acto ha estado marcado por el dolor y la consternación de todos los miembros de la escuadra naranja por la muerte de su masajista Rufino Murgia, fallecido este domingo, como consecuencia del accidente de tráfico que sufrió el pasado jueves en Burgos cuando conducía un autobús del equipo.

«La muerte de Rufino ha sido un tsunami que nos ha arrasado, pero el equipo tiene que remontar el vuelo. Vamos a un Tour complicado con necesidad moral y deportiva de conseguir triunfos y espero que estos golpes nos hagan más fuertes», ha señalado Galdeano.

Acerca del Tour, el máximo responsable del Euskaltel ha confiado en que el inicio de la carrera en la isla de Córcega provoque una «locura» en el inicio antes de la contrarreloj por equipos de Niza y de que se «empiecen a marcar las primeras diferencias en los Pirineos».

«Pero el corazón del Tour va a estar en los Alpes, que es donde se va a decidir la carrera», ha añadido Galdeano, consciente de que «Froome, el Sky y Contador van a copar todas las páginas de los periódicos», aunque el Euskaltel va con la intención de «colarse en alguna de ellas».

«La carrera estará muy vigilada entre ellos, pero no creo que nosotros les creemos tensión para la general y nos tenemos que aprovechar de ello. Nos sabemos mover muy bien en carrera. Tenemos que jugar siempre al ataque e ir por delante. Esa va a ser nuestra baza», ha concluido Galdeano.

En ausencia de Samuel Sánchez, Igor Antón, que parte con el papel de líder de la escuadra, ha señalado que encara su tercera participación en el Tour «con toda la ilusión» y la intención de pelear por un triunfo de etapa que colmaría todas sus expectativas.

«Este año me voy a plantear no renunciar a ellas, pero sí dejar de lado la general. No me voy a volver loco. Mi terreno es la montaña y espero estar bien allí. Si gano una etapa el objetivo estaría más que cumplido», ha subrayado.