En la línea con el documento presentado este miércoles junto a ERC y BNG, el diputado abertzale ha remarcado que la corrupción va más allá de «casos concretos» y constituye «una lacra inherente al sistema político español» que abarca «desde el jefe de Estado» hasta «los principales partidos», incluso en Euskal Herria, con casos como el de la presidenta de Nafarroa, Yolanda Barcina.

«Presidentes, ministros, gobernadores civiles, policía y guardias civiles han estado implicados y son responsables de robar millones y millones», ha remarcado Errekondo, que ha recordado que incluso algunos miembros del Estado fueron condenados por asesinato y tortura, como Enrique Rodríguez Galindo o Emilio Hellín. «Todos ellos fueron liberados con la complicidad de un sistema judicial corrupto», ha subrayado.

«Aquí la corrupción es cultura», ha remarcado, recordando que son empresarios como Florentino Pérez o Gerardo Díaz Ferrán, expresidente de la CEOE actualmente encarcelado en Soto del Real. «Estamos ante una crisis económica, social, territorial y política, con un gobierno fracasado y un Estado en camino de ser fallido en lo político y lo económico», ha afirmado el diputado independentista, quien ha insistido en que «el problema es el propio modelo corrupto del Estado».

En este sentido, también ha lanzado un recado al PSOE, considerando que «Mariano (Rajoy) o Alfredo (Pérez Rubalcaba) son las dos caras de una misma moneda».

Un contexto que, según ha denunciado, afecta a Euskal Herria, tanto por la negativa del PP a buscar una resolución al conflcto como por los efectos de las políticas impuestas desde Madrid, centradas en los recortes de derechos sociales y la recentralización.

«La solución vendrá con una ruptura total con el anterior y el actual régimen político tras una verdadera transformación democrática», ha reivindicado, remarcando las líneas maestras ya apuntadas ayer en el documentos presentado entre Amaiur, ERC y BNG: «aplicación de parámetros verdaderamente democráticos, participación popular como eje de la actuación política, social y económica, así como el reconocimiento del derecho de autodeterminación».