Sabor agridulce el que deja a posteriori un empate que antes de comenzar el partido se antojaba como un objetivo de lo más ambicioso. Pero es que Osasuna lo ha tenido todo de cara tras un primer tiempo en el que, a excepción de los compases iniciales, ha dominado a los merengues a base de ritmo y presión. Pasado el cuarto de hora, Marc Bertrán ha puesto un balón en el área desde la derecha y Oriol Riera, libre de marca, ha cabeceado a la red de Diego López.  

El excanterano del Barça y máximo artillero rojillo ha repetido en el minuto 39, otra vez de cabeza, a la salida de un corner. Y cuatro minutos después el Real Madrid se quedaba con diez debido a la segunda amarilla de Sergio Ramos. Al filo del descanso, el guión era de lo más propicio para que Osasuna sumara una victoria de kilates.

Lamentablemente, Isco ha recortado distancias antes de marcharse a los vestuarios, dando vida a un equipo que estaba contra las cuerdas. En la reanudación, Osasuna, con ventaja tanto sobre el césped como en el marcador, aguardaba agazapado a la espera de una contra que apuntillara el choque.

Pero ambas superioridades se han evaporado a diez minutos del final. El Gato Silva ha medido mal una entrada y se ha ido a la calle, y en el saque de la falta Pepe ha puesto las tablas. En la recta final, los de Javi Gracia han defendido con uñas y dientes un punto más que merecido.

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