NAIZ.INFO
DONOSTIA

Acento solidario en la entrega de las medallas al mérito ciudadano

La solidaridad y la reivindicación han presidido la entrega de las medallas al mérito ciudadano de Donostia, que este año han tenido un marcado acento social al reconocer la labor de entidades como el Teléfono de la Esperanza y las familias que acogen a niños saharauis.

Los premiados con la medalla al mérito ciudadano. (Gorka RUBIO / ARGAZKI PRESS)
Los premiados con la medalla al mérito ciudadano. (Gorka RUBIO / ARGAZKI PRESS)

La asociación Sartu Erroak, el médico Daniel Zulaika, coordinador del Plan contra el Sida en Euskadi, y el presidente del Ateneo de Gipuzkoa, Ángel García Ronda, han recibido también esta distinción en el acto que tradicionalmente se celebra en el Ayuntamiento la víspera de San Sebastián, patrón de la ciudad.

Justo un día antes de la entrega del Tambor de Oro, que en esta edición recogerá el doctor Joaquín Fuentes, especialista internacional en autismo, el salón de plenos del consistorio donostiarra ha homenajeado a sus cinco nuevas medallas al mérito ciudadano, a quienes se premia por «los servicios de carácter extraordinario prestados al municipio».

Daniel Zulaika ha asegurado que de esta medalla le corresponde «solo un trocito» porque en la batalla contra el sida que emprendió en 1985 han participado muchas personas.

«Están cayendo los últimos granos de una época que fue muy dura y trajo mucho sufrimiento, pero que sacó lo mejor de nosotros, como personas, seres humanos y sociedad», ha destacado.

Zulaika ha intervenido tras Ángel García Ronda, economista, escritor y expolítico del PSE, que ha deseado «una ciudad plena de cultura», y antes de que lo hiciera Igone Virtu, directora de Sartu Erroak, la asociación que trabaja por la reinserción de personas con problemas sociales.

Ha dicho que en su cuarto de siglo de historia, esta organización ha atendido a casi 25.000 personas. A ellas las ha recordado y ha dicho que espera que hayan encontrado su sitio en la sociedad.

Vicenta Benítez ha recibido la medalla en representación de las familias adscritas al programa Vacaciones en Paz, que acogen en verano a niños saharauis.

«Sahara Askatu. Por un Sahara libre», ha dicho esta mujer, que ha dicho que el de estas familias es «un compromiso claro porque se trata de una situación de injusticia y mucha solidaridad».

La última medalla se ha entregado al Teléfono de la Esperanza, que el año pasado cumplió sus bodas de plata.

Juan Carlos Redondo ha agradecido el reconocimiento de todos esos voluntarios que «con su labor anónima realizan una acogida respetuosa, abierta y desinteresada a los que están sufriendo».

«Escuchar libera del desconcierto y la confusión. Escuchar es empezar a curar», ha subrayado.

Los tambores ya se empiezan a escuchar por muchos barrios donostiarras que se preparan para la medianoche, cuando se ice la bandera de la ciudad en la Plaza de la Constitución y dé comienzo la celebración más emblemática y participativa de la capital guipuzcoana.

La fiesta está garantizada, aunque no así otra de sus manifestaciones más entrañables, la tamborrada infantil, que tendrá que ser suspendida si la lluvia, como parece, no pasa de largo.

El lunes a primera hora, en función de la evolución meteorológica, el Ayuntamiento decidirá si los txikis salen a la calle con sus barriles y tambores.