Iribas, que ha comparecido en la Comisión de Educación a petición de estos dos grupos, ha recordado que en su día ya se negó a entregar el informe de la Guardia Civil al tratarse de un documento reservado, postura que contó con el visto bueno de los servicios jurídicos de la Cámara.

Por ello, ha preguntado a Bildu y Aralar qué pretendían con la comparecencia de hoy y si quieren que «incumpla» sus obligaciones o «vulnere» la ley. Iribas ha invitado a ambos grupos a que «sean congruentes y coherentes» con el informe jurídico, «concluyamos cuanto antes esta sesión» y «ahorremos algunos gastos a los contribuyentes».

Después de que algunos portavoces de la oposición criticaran la intención del informe y acusaran al Gobierno foral de «manipulación», Iribas ha defendido que los informes de la Guardia Civil «no ensucian, son de una institución que ha trabajado durante muchos años por la vida y las libertades de muchas personas. Quien ensucia un modelo, quien ensucia una lengua, es quien lo utiliza, quien lo manipula para usos perversos, para fines ajenos a lo que precisamente está previsto en el sistema educativo».

El consejero ha asegurado que no necesita informes policiales para «tener análisis propios, valoraciones personales» y compartidas con UPN y el Gobierno y «llegar al atrevimiento de poder realizar propuestas» aunque alguien no esté de acuerdo con ellas. En ese sentido, ha insistido en que UPN no quiere que quienes hayan sido condenados por «terrorismo» puedan acceder a la función docente, aunque «yo sé que a otros de sus señorías eso no les preocupa».

Iribas ha subrayado que con este informe «alguien pretende armar ruido y practicar el victimismo» y ha considerado que «el peor portavoz que puede tener cualquier modelo es la izquierda abertzale».