Enrico Letta ha presentado al presidente de Italia, Giorgio Napolitano, la «dimisión irrevocable del Ejecutivo que presidía», tras la decisión de ayer de la dirección del Partido Demócrata (PD), «con el expreso consentimiento de los presidentes de los respectivos grupos parlamentarios».

Napolitano ha aceptado la dimisión y ha abierto una ronda de consultas con los partidos políticos representados en el Parlamento para buscar una solución a la crisis de Gobierno. La ronda concluirá mañana.

Durante el encuentro que han mantenido, Letta ha trasladado a Napolitano que dado que el «principal miembro de la mayoría de Gobierno» ya no le respalda, considera que «en este momento una votación parlamentaria» no le permitiría retirar su renuncia. Según el comunicado de la presidencia italiana, el ya ex primer ministro habría dejado claro que tampoco estaba dispuesto a encabezar un gabinete respaldado por una coalición diversa.

El Partido Demócrata acudirá ante Napolitano con la solución: el líder de la formación y alcalde de Florencia, Matteo Renzi, está dispuesto a liderar un Gobierno de coalición que agote la legislatura, prevista en 2018, y que realice las reformas necesarias y de impulso al país.

El ambicioso Renzi, como el mismo se definió, se propuso ayer durante la convención de su partido en primera persona para esta nueva fase, aceptando el «riesgo» de fracasar y acabar así con su futuro político, por el bien del país y para sacarlo del «pantano», según indicó.