El CSD comunicó al Eibar el pasado 6 de febrero que debe disponer de un capital social de 2.146.525,95 euros para poder seguir compitiendo en el fútbol profesional, según la legislación de sociedades anónimas deportivas (SAD). El Eibar se transformó en SAD en 1992, cuando tuvo que suscribir un capital de 66 millones de las antiguas pesetas (unos 400.000 euros), pero al descender a Segunda B y permanecer más de dos temporadas fuera de las dos categorías superiores, en su retorno a Segunda debe cumplir de nuevo la ley de sociedades anónimas.

Como actualmente el club armero posee un valor en acciones de 422.253 euros, necesita ampliarlo en 1.724.272,95 euros en un plazo de 6 meses a partir de la notificación, por lo que tiene de plazo hasta el 6 de agosto. De lo contrario, descendería nuevamente a Segunda B.

El presidente del club guipuzcoano, Alex Aranzabal, y el consejero y abogado José Miguel Fiallegas han explicado este martes los pasos a seguir. Por un lado, han reclamado al CSD una «lectura flexible» de la normativa, ya que se trata de un club «pobre» pero cuya economía se encuentra saneada. El Eibar cuenta con un patrimonio neto positivo de 1.471.000 euros y 800.000 euros de fondos propios, repartidos casi a partes iguales entre beneficios y el capital social.

«Podría producirse una injusticia, si se cumple la ley a rajatabla. La legislación de sociedades anónimas deportivas quiere ordenar el fútbol, pero podría descender a un club que no tiene deudas», ha lamentado  Aranzabal. Por ejemplo, es el único club de los cuatro que subieron en junio pasado de Segunda B a Segunda que tiene un patrimonio neto positivo, y a pesar de ello es el único obligado a aumentar su capital. Tal y como va la temporada, podría darse la situación de que el equipo lograra ascender a Primera sobre el césped y bajara a Segunda B en los despachos.

Campaña de venta de acciones

Aranzabal ha explicado que, al margen de las gestiones ante el CSD, el club trabaja con la hipótesis de que tendrá que «pasar por el aro». Los pormenores de la ampliación de capital se detallarán en la junta general extraordinaria de accionistas convocada para el lunes 7 de abril en la Escuela de Armería de Eibar.

No obstante, Aranzabal y Fiallegas han revelado que las acciones valen 60 euros, pero se podrán suscribir por 50 euros y la diferencia la cubrirá el club con cargo a sus reservas, con fondos propios. Esto significa que el capital a suscribir deberá ser mayor, unos 2.380.000 euros en lugar de 1.724.272 euros, porque lo que vale es el dinero aportado por los accionistas.

Al principio sólo podrán comprar títulos los accionistas actuales, y por cada acción que se posea se podrán suscribir seis. Luego, un mes después, podrán adquirir acciones el resto de personas, empresas o instituciones interesadas. Se pondrá un límite de títulos a adquirir, ya que se quiere que la propiedad del club siga estando lo más repartida posible.