Los empleados de TS Fundiciones han manifestado su «total oposición» a la liquidación de la planta de Zestoa comunicada por la empresa el pasado mes de febrero, pese a que en enero la dirección de la factoría les había presentado un plan de viabilidad que proponía una extinción de 50 trabajadores, un ERE de suspensión para otros 48, bajada salarial y una jornada de 1.697 horas.

Para los trabajadores, hay varias razones que han llevado a la situación actual de la empresas, entre las que han mencionado la gestión de los actuales gestores en los dos últimos años, que «dejaron a TS con solo dos clientes».

Además, han explicado que «el problema entre las familias Aizpurua y Sorazu conlleva que se cree una fundición paralela a TS, denominada WEC Fundiciones, con el único interés de hacerse la competencia entre ellos. La eliminación de la oficina técnica y la debilidad en el área comercial y el mercado nos han llevado a esta tremenda situación», han subrayado.

Los empleados de TS han señalado que les están «criminalizando» tanto los dueños de la empresa como la Ertzaintza, ya que han sido denunciados por «defender nuestros puestos de trabajo. ¿Acaso es delito?», se han preguntado.

«Nos han denunciado por todas las acciones que estamos realizando, nos denuncian por manifestarnos, por amenazas de muerte, por concentrarnos en sitios determinados, nos imputan por lo penal», han afirmado, al tiempo que han pedido «el amparo de la Justicia ante la grave situación» en la que se encuentran.

Se han mostrado convencidos de que TS «es viable» y están dispuestos a demostrarlo porque entienden que «el mayor activo no es la propiedad sino los trabajadores de esta empresa». De este modo, han anunciado su intención de «luchar y negociar» y han pedido el «máximo apoyo» de las instituciones porque «el sector en el que trabajamos es un sector de futuro».