En la línea de la CUP, el diputado de ERC Pere Aragonès ha reivindicado esta tarde que «las voluntades políticas no se pueden anular», rechazando de esta manera la decisión del Tribunal Constitucional sobre la declaración de soberanía.

Aragonès ha asegurado que «la decisión no tiene efectos jurídicos», al considerar que la declaración tiene un carácter político, por lo que «el Tribunal no debe entrar en cuestiones políticas». Por ello ha abogado por «seguir con la hoja de ruta prevista».

Según el diputado republicano, «la respuesta de los partidos y la sociedad debe ser firme: no variar ni un milímetro la hoja de ruta prevista y garantizar que el 9 de noviembre se pongan las urnas para que el pueblo decida».