El secretario general del PSN, Roberto Jiménez, ha anunciado este lunes se renuncia a seguir liderando el partido. Para ello ha planteado una transición ordenada, con un proceso de primarias del que salga la nueva dirección del partido en este herrialde.
El PSN ha sufrido este domingo un batacazo electoral que apenas le ha permitido pasar de los 30.000 votos, cuando en las europeas de 2009 cosechó más de 60.000. Sin embargo, Jiménez ha desligado este resultado de la no presentación de una mociçon de censura contra Yolanda Barcina, ya que los malos resultados del PSOE han sido la tónica general a lo largo y ancho del Estado. «Tampoco es que haya ayudado», ha reconocido.
Roberto Jiménez ha hecho un repaso a lo acontencido durante los últimos años, ya que a su juicio «el primer toque» de la ciudadanía al PSOE se produjo en 2011. Posteriormente,, el propio Jiménez entró «con muchas dudas» en un Gobierno de coalición con Yolanda Barcina (UPN).
Durante toda su comparecencia, Roberto Jiménez se ha presentado a sí mismo como un hombre de partido con un respeto total y absoluto a las escalas jerárquicas. Así, ha asegurado que desde la dirección federal del PSOE le dieron el visto bueno a la moción de censura –«tengo testigos»– pero luego en Ferraz se echaron atrás y él acató lo ordenado, en contra de su opinión.
De hecho, ha señalado que el 2 de marzo presentó su dimisión como secretario general, pero que le pidieron que continuara para no afectar al proceso electoral. «Me parece un horror que Navarra tenga que seguir un año más con un Gobierno como pollo sin cabeza», ha subrayado en un momento de su intervención.
Jiménez, quien continuará como parlamentario foral al menos hasta que termine esta legislatura, ha reclamado que esa «regeneración» se haga extensible a todo el PSOE, desde las bases locales hasta la dirección federal.
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