Que España no revalidara título entraba dentro de lo posible –ya es complicado ganar una vez– pero lo que nadie esperaba era que el KO fuera en el segundo asalto de la primera fase, con la manita ante Holanda y este canto a la impotencia frente a Chile. El fin de ciclo en el Barça –el carácter de Puyol y la genialidad de Xavi– ha coincidido con el del combinado hispano, que deberá reinventarse tras este fiasco.

El arranque del choque ya ha dejado claro que Chile no se iba a especular con el empate, con dos ocasiones en el primer minuto. España no ha creado peligro hasta el cuarto de hora, cuando el todavía realista Claudio Bravo –comentan que el anuncio de su pase al Barcelona es cuestión de horas– ha sacado un mano a mano al tolosarra Xabi Alonso.

Contrariamente a lo habitual, España no dominaba la posesión, sino que prefería presionar para tratar de robar y salir rápido. Hasta que en el minuto 19 los chilenos han roto las líneas y ya en el área Vargas ha puesto la bola en la red de Casillas.

España se veía nuevamente obligada a nadar contra la corriente. Y Aránguiz ha ampliado la renta de La Roja original poco antes del descanso. Libre directo de Alexis, despeje de Casillas y el jugador del Internacional de Porto Alegre ha ganado la partida a toda la defensa para controlar el rechace y meter el segundo.

Tras el descanso, España ha dado señales de vida con dos buenas ocasiones de Costa y, sobre todo, Busquets, que la ha enviado fuera con toda la portería para él. Fuegos de artificio. De ahí hasta el final, solo reseñar algún disparo lejano bien atajado por Bravo y las contras chilenas tras las que se agazapaba el tercer tanto. A España le queda como despedida un tercer choque frente a Australia, intranscendente en lo clasificatorio. Quien lo hubiera augurado hace apenas una semana. Página especial de Naiz.info