Jon LEUNDA

Los seguidores de Irujo también se impusieron en la grada

El Atano III de Donostia volvió a acoger la gran final del Manomanista, tras cinco años sin hacerlo. El ambiente fue sensacional, con seguidores de ambos pelotaris y muchas caras conocidas en las gradas.

El Atano III se volvió a vestir de gala para recibir la final del Manomanista, con seguidores de ambos contendientes en las gradas aunque entre los gritos de ánimo hacia Julen e Irujo, el favorito no falló.

Está claro que Martínez de Irujo tiene muchos seguidores y ayer se hicieron escuchar mucho más que los de su rival. Es cierto también que los aficionados del delantero de Eratsun no tuvieron muchas opciones de gritar y hacerse notar en las gradas, ya que siempre fue a remolque.

El momento álgido para los incondicionales del subcampeón llegó cuando logró una tacada de cinco tantos, acercándose a su rival en el marcador. En ese momento los ánimos y los gritos hacia Julen fueron constantes, pero una vez que el pelotari de Ibero volvió a coger la manija del encuentro, apenas se escucharon, mientras que los seguidores de Martínez Irujo no pararon de animar al suyo.

Otro de los momentos cumbres de la final llegó cuando Retegi fue capaz de llevar la pelota a buena tras rebotar en en el rebote, aunque luego no pudo culminar la jugada con un tanto a su favor. En ese momento, todo el público, puesto en pie, tanto sus seguidores, como los de Irujo aplaudieron a Julen, reconociendo el esfuerzo que tuvo que realizar para llevar a buena una pelota tan complicada.

Al final del encuentro, algunos seguidores del de Ibero saltaron a la cancha para abrazar a su ídolo y celebrar con él la consecución del título. Ambos pelotaris también agradecieron desde la cancha a su fieles por los ánimos de apoyo que recibieron a lo largo del encuentro.

En lo demás, muchas caras conocidas en las gradas como en el palco, donde estuvieron el diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, como el alcalde de Donostia, Juan Carlos Izagirre, que fue el encargado de entregar el trofeo de subcampeón a Julen Retegi y la txapela a Martínez de Irujo, mientras que el mítico expelotari Luciano Atano fue quien le entregó el trofeo de campeón a Juan Martínez de Irujo.

Otros ilustres de la pelota a mano, como Julián Retegi, ayer botillero de su hijo, Patxi Eugi, que fue quien guió a Martínez de Irujo, Ladis Galartza, Joxean Tolosa o Panpi Laduxe tampoco se perdieron el día grande de la pelota a mano, como tampoco lo hizo José María Arrate, el expresidente del Athletic.

Fuera del recinto, un grupo de unas 10 personas portaron durante un largo tiempo una pancarta que pedía a UPN que en Nafarroa se vea ETB.

Irujo: «La mano derecha no solo me ha hecho ganar la final, también el resto de los partidos del campeonato»

Juan Martínez de Irujo estaba exultante tras el partido. «Ha sido un campeonato muy complicado. Lo he ganado con la derecha, no la final, también el resto de los partidos. Todo esto lo veía muy lejos cuando comenzó, pero ahora estoy con la txapela puesta. Quiero dedicarles a todos los que están conmigo día a día y a todos los que han creído en mí», afirmó el campeón del Manomanista.

El de Ibero también aceptó que ha cometido menos errores. «Es cierto que al poder utilizar muy poco la izquierda me obliga a ser más seguro y posiblemente haya perdido menos tantos que otras veces, pero también me quita movilidad y no les hago mover tanto a los rivales», matizó.

Sobre la final dijo que «todo me ha salido de cara, desde el saque inicial. El primer tanto es muy importante y me ha tocado a mí. Luego he logrado una muy buena tacada poniéndome 10-1 por delante, pero es cuando me ha llegado el peor momento. Él ha logrado cinco tantos consecutivos y me ha puesto un poco nervioso. De nuevo he recuperado el saque y todo ha ido sobre ruedas. Al final, cuando vas con ventaja en el marcador te da más tranquilidad y ayuda mucho».

El campeón reconoció que la txapela de ayer ha sido una de las más emotivas. «Las txapelas siempre son muy importantes, pero esta es especial, tras todo lo que he sufrido. He tenido que jugar solo con la derecha y eso me ha complicado mucho. Cuando he acabado el partido he sentido una alegría intensa y me he llegado a emocionar. Todo ha sido muy bonito», dijo.

Martínez de Irujo afirmó que el jugar tantas finales tan seguidas ayuda a mantener la tranquilidad. «Las finales son especiales, pero en apenas dos años llevo muchas jugadas y al final cuando estás en esa dinámica en ese día a día te ayuda a mantener los nervios, aunque cuando llega el momento de saltar a la cancha, siempre aparecen», argumentó.

Ahora le llegó el momento de coger una vacaciones, «forzosas. No hay más remedio que parar para poder recuperar la mano izquierda. Los médicos me han dicho que las manos son blandas y las pelotas duras, por lo que para recuperar este tipo de lesiones hay que parar. Con todos los campeonatos que ha habido hasta ahora no ha podido ser, pero tras acabar los tres grandes, ha llegado el momento de tomarme un descanso y recuperarme bien. Ahora también llegan bonitos festivales, pero yo no puedo seguir así y hay que descansar», matizó el delantero de Ibero, con la txapela puesta en la cabeza.

Julen Retegi: «Estoy muy contento por haber llegado hasta la final, pero a la vez triste por no haber podido ganar»

«Estoy triste, pero a la vez alegre por haber podido llegar hasta aquí, pero perder una final así, jode. Soy un privilegiado, ya que si miramos los últimos años, han sido muy pocos los que han podido jugar las finales, pero al final estos partidos son para ganar. Del perdedor no se acuerda nadie», dijo Julen Retegi al término de la final.

El de Eratsun dejó claro que apenas tuvo opciones de ganar el encuentro. «No he tenido opciones. Con la derecha juega una barbaridad, le da unos tremendos pelotazos y no he podido más que defenderme. Cuando siempre estás restando los pelotazos del rival, es muy complicado y es lo que ha pasado», argumentó el subcampeón del Manomanista.
Pese a tener muy pocas opciones de ganar, podía haber entrado en el partido, pero cuando tuvo sus opciones, no supo aprovechar. «Cuando he logrado una buena tacada, luego he perdido yo la pelota. A lo mejor si hubiera estado más acertado en ese momento, pudiera haber hecho algo, pudiera haber cambiado algo, pero no lo he hecho y se me ha ido en el marcador», afirmó.

Su intención era jugarle a la izquierda a Irujo, pero al no dominar el tanto, tampoco pudo hacerlo demasiado. «Irujo tiene mal la izquierda, por lo que había que jugarle a la zurda y es lo que he hecho cuando he tenido opciones, pero la mayoría de las veces ha sido él quien ha dominado, por lo que tampoco he tenido demasiadas oportunidades de hacer mi juego», explicó.

El de Eratsun reconoció que no pudo disfrutar en la final. «La verdad es que no he podido disfrutar en la final. He jugado muy agarrotado, sin poder controlar los nervios y de esa manera no se puede disfrutar. La verdad es que no sé como lo hacen Irujo y Olaizola que están en todas las finales, pero yo no he podido quitarme de encima esa presión», confirmó Julen Retegi.

El subcampeón era consciente de que ha logrado un gran resultado en el Manomanista. «Es cierto que estar en una final así es muy grande, pero pienso que dentro de un tiempo es cuando me daré cuenta de todo esto. Cuando dentro de unos 30 años, cuando ya no juegue a la pelota y vea los finalistas que ha habido en el Manomanista, es cuando más apreciaré. Para mí es muy importante haber llegado hasta aquí, ayuda a coger fuerzas para seguir trabajando, pero está claro que del perdedor no se va acordar nadie», puntualizó.

Pese a estar en clara desventaja durante todo el choque, el de Eratsun dejó claro que no dejó de luchar hasta el final. «He venido a trabajar y es lo que hay que hacer hasta que el partido acabe. Al rival le puede pasar cualquier cosa y había que seguir. El año pasado ya me pasó a mí. Estaba ganando 20-10 y perdí 22-20, por lo que nunca me he rendido, aunque era consciente de que iba a ser casi imposible ganar».

En cuanto a las pelotas, Julen no puso ninguna excusa. «En principio sus pelotas eran buenas para jugar. A lo largo del partido se han ido calentando y se han avivado un poco, pero eso es normal. Hacía mucho calor en el frontón y poco a poco se han calentado, pero en ese sentido no hay ninguna excusa», explico. El de Eratsun dejó claro que tras el partido iba a celebrar lo que había logrado. Jon LEUNDA

Ezkurdia se estrenará en la final de la jaula de San Fermín

Jugar el día 7 de julio en el Labrit es muy especial para todos los pelotaris de Nafarroa y Joseba Ezkurdia aprovechará la ausencia de Martínez de Irujo, que descansará durante unas semanas para tratar de recuperar su zurda para estrenarse en la final del acotado de San Fermín. Para ello, tuvo que deshacerse ayer en Mungia de Jon Jaunarena, al que se impuso por un ajustado 22-18. El delantero de Arbizu tendrá que esperar hasta el próximo sábado para conocer a su rival en esa final, día en en el que Aimar Olaizola y Mikel Idoate, los dos supervivientes de la rama de Asegarce se enfrentarán en Lodosa. En el mismo festival de Mungia, eclipsado por la final manomanista, Xala-Rezusta se impusieron a Titín III-Zabaleta por 13-18.

En cesta, la pasada madrugada se disputó en México la final del primer torneo del Master Series, en la que Olha-Txasioestrenaron el palmarés tras imponerse a Egiguren II-Aldazabal en una espectacular en un igualado final en tres sets. El primer set cayó del lado azul, gerriko que defendían los vencedores finales, por un apretadísimo 15-14. Los cuatro mostraron sus aptitudes, unos soltando verdaderos misiles y sujetando a las mil maravillas, los otros arriesgando y acertando como consumados rematadores. El resultado del primer set obligaba a Egiguren II y Aldazabal a un «vida o muerte» y así lo jugaron para alzarse con el triunfo por 15-11. Todo en el aire y emoción a raudales, algo que agradeció el público que ha llenó el frontón.

Tras la pausa de rigor, se disputó un último set de infarto pese a que el resultado final no marcó esa igualdad en el juego (2-5). Olha y Txasio acertaron más en ese último round y se adjudicaron el triunfo. J.O.