Será la segunda ocasión en la que los eslovenos, en su tercera participación mundialistas, accedan a cuartos de final donde se enfrentarán, el martes (17:00 horas) a Estados Unidos, el gran favorito.

Los inicios del choque entre dos rivales que nunca antes se habían enfrentado en competición oficial fue de relativa sorpresa ya que los hombres de Orlando Antigua han planteado una buena zona de ajuste sobre los tiradores eslovenos y con mucha agresividad provocaban pérdidas de balón a los jugadores de Jure Zdovc.

Con Edgar Sosa, Eulis Báez y James Feldeine (exjugador del Fuenlabrada) acertados, los eslovenos han visto cómo el primer cuarto era totalmente equilibrado (15-15). Al inicio del segundo, un 2+1 de Feldeine daba la máxima ventaja a los dominicanos (19-26 (m.15).

Zdovc pedía tiempo y colocaba su defensa en zona y lanzaba a sus pívots al interior de la zona rival, surgiendo un imparable Uros Slokar, el jugador de Estudiantes, apoyado por Miha Zupan y Zoran Dragic llegando ese contundente 19-2 que cerraba el partido al descanso con un ya claro 38-28.

El desconcierto de los caribeños ha seguido al inicio del segundo tiempo (42-28, m.22) y nuevo tiempo de Antigua para serenar a su equipo, pero los eslovenos, de la mano de Zoran Dragic llegaban a su máxima ventaja (51-36, m.28) aunque se producía una fuerte reacción de su rival que con un parcial de 3-12, lograr finalizar el tercer cuarto con 54-48 y meterse de nuevo en el partido

El estado físico de la ‘estrella’ dominicana, el alero de los Houston Rockets Francisco García, que hasta el descanso apenas ha jugado dos minutos y, después, lo hizo renqueante, ha pesado en exceso en su equipo y cuando el pívot Jack Martínez ha tirado de sus compañeros en ataque para colocar el marcador en 54-52 (m. 32).

Los eslovenos han apretado la defensa y el ritmo del encuentro, logrando un parcial de 9-3 (63-55, m.36) que ya decidía materialmente un choque en el Zoran Dragic, jugador de Unicaja, y su hermano Goran, en los Phoenix Suns, han sido piezas claves al contragolpe para doblegar a un rival que se ha vaciado en la pista.