Tras varios desencuentros con el Parlament, el expresident de la Generalitat, Jordi Pujol i Soley, comparecerá finalmente esta tarde ante la comisión de Asuntos Institucionales del Parlament de Catalunya, donde todos los partidos políticos le pedirán explicaciones sobre su confesión veraniega, en la que reconoció haber defraudado a Hacienda durante más de tres décadas, durante las cuales él y su familia mantuvieron fondos sin regularizar en Andorra.

La petición de comparecencia fue aprobada por unanimidad por todos los grupos parlamentarios a principios de setiembre. Sin embargo, rechazando la comparecencia inmediata que le reclamaban los partidos, Pujol señaló que acudiría a declarar, pero solo después del 22 de setiembre. Finalmente declarará hoy, pero su retraso voluntario empujó a todos los partidos menos CiU a impulsar una comisión de investigación. Si todos los partidos mantienen su posición tras la declaración de hoy, se prevé que la creación de dicha comisión se apruebe la semana que viene.

La comparecencia de hoy seguirá el procedimiento ordinario y consistirá en una primera intervención del propio Pujol de media hora como máximo, a la cual seguirán las intervenciones de 10 minutos de los siete grupos parlamentarios. Para finalizar, Pujol volverá a tener la palabra para responder.

La batalla judicial

Pujol enfrenta la comparecencia parlamentaria con varios frentes judiciales abiertos en el seno de su familia, empezando por el que se abrió en un Juzgado de Barcelona tras su confesión estival, alimentado por querellas como las impulsadas por Podemos y Guanyem o por la asociación ultra Manos Limpias. El caso más sonado, sin embargo, se investiga en la Audiencia Nacional española, donde están imputados el hijo mayor del expresident, Jordi Pujol Ferrusola, y su exmujer, Mercé Gironés.

Asimismo, el clan Pujol pasó al ataque en Andorra, donde presentó una querella por un supuesto delito de revelación del secreto bancario, al considerar que alguien filtró información al Estado español de manera ilegal. La esposa de Pujol, Marta Ferrusola, y cuatro de sus hijos declararon el pasado miércoles en Andorra por este motivo.

De hecho, en el pequeño país pirenaico se juega buena parte del futuro judicial de los Pujol. La Audiencia Nacional ya ha reclamado información sobre las cuentas de la familia a Andorra, pero la legislación de este país no permite revelar información bancaria a no ser que haya indicios sólidos de delitos de corrupción -de momento, Pujol Ferrusola solo está imputado por fraude fiscal y blanqueo de capitales, lo que no implica necesariamente un delito de corrupción-.

En cualquier caso, el objetivo de la oposición hoy será tratar de aclarar el origen de la fortuna tanto del expresident como de toda su familia, ya que la sospecha de que no solo se trata de una herencia familiar -como se señalaba en la confesión- está muy extendida y alimentada mediáticamente. El quid de la cuestión es si esta fortuna, tal y como apuntan muchas veces, tiene algo que ver con la supuesta financiación ilegal de Convergència Democràtica de Catalunya y con las comisiones ilegales que supuestamente pagaban las empresas a cambio de contrataciones de obra pública.