Los malagueños no ganaban el coliseo gasteiztarra desde el año 2006, cuando lograron en Gasteiz su única Liga ACB. Durante estos ocho años, las once visitas en partidos ligueros se habían saldado siempre con derrota.

Los de Joan Plaza se han sobrepuesto a un tibio inicio pero han cimentado su triunfo entre el minuto cinco y el 15. Han endosado un parcial de 6-30 a un rival deshecho, sin ideas y obtuso en ataque. Han pasado del 10-5 a un 16-30 en esos diez minutos entre el ecuador del primer acto y el segundo y ya no han visto peligrar el triunfo.

Laboral Kutxa y Unicaja han arrancado con más errores que aciertos. Les ha costado tres minutos a los andaluces anotar su primera canasta de tres puntos, y para entonces Bertans ya lideraba el ataque local con dos triples que han distanciado al Baskonia, 12-8 minuto siete.

Unicaja ha encontrado el acierto desde la línea de los 6,75 metros y ha puesto tierra de por medio. Dos canastas de Stefansson, Vasileiadis y un Kuzminskas desatado han disparado a los de Joan Plaza para doblar a los locales, 16-35 minuto 15.

El Baskonia ha seguido obcecado en ataque sin ver el aro rival y solo ha anotado tres puntos de San Emeterio e Ilimane Diop desde el tiro libre en esos cinco minutos.

La brecha ha llegado a proporciones escandalosas, 25-49 minuto 19, ante un Laboral Kutxa descosido por todos los lados y noqueado sobre la cancha.

No ha sido capaz de mejorar el equipo de Marco Crespi tras el intermedio y ha seguido dando tumbos sobre la pista, 34-59.

Con todo perdido el Baskonia ha encadenado once puntos seguidos que le han acercado a los malagueños, 50-63 minuto 28, y no ha tenido más remedio Joan Plaza que llamar a sus hombres a la banda para refrescarles las ideas.

Ha reaccionado Unicaja con los puntos de Kuzminskas y Green para sofocar la rebelión gasteiztarra y llegar al minuto 30 con un claro dominio, 54-69.

No ha vuelto a pasar más apuros el equipo malagueño que ha manejado a su antojo las diferencias en el cuarto final. El Baskonia le ha puesto más empeño y corazón que baloncesto pero se ha topado con la realidad del diferente nivel en el que se encuentra el embrionario equipo de Marco Crespi.