Hora y media de reunión ha sido suficiente para que el president, Artur Mas, y el líder de ERC, Oriol Junqueras, hayan aparcado sus discrepancias al menos durante unas semanas y hayan acordado impulsar juntos la convocatoria alternativa del 9 de noviembre. Una jornada que, según ha señalado a la salida el republicano, debe ser un «éxito».
Junqueras no ha renunciado a seguir reclamando que las elecciones plebiscitarias, de las que ya habló el propio Mas, se convoquen inmediatamente después de la consulta, pero ha salido satisfecho del Palau de la Generalitat, asegurando que la prioridad compartida ahora mismo es la consulta alternativa del 9 de noviembre.
Este acuerdo, de momento de mínimos, entre Mas y Junqueras rebaja definitivamente el tono de la disputa partidista vivida en Catalunya en los últimos días, a raíz de la cual la CUP anunció que deja a un lado las negociaciones con los partidos para centrarse también en la convocatoria del 9N, cuyos detalles ha explicado esta mañana la vicepresidenta, Joana Ortega.