Es la principal conclusión que se puede sacar de los últimos siete días del conjunto bilbaino. Parece que ha despertado de su letargo. Después de ganar hace una semana en Liga y de darse una alegría en Europa en Ucrania ante el Shakhtar Donetsk, ha continuado con su recuperación en el Coliseum Alfonso Pérez, que una vez más ha presentado una entrada muy pobre para un equipo de Primera.

De hecho, los aficionados del Athletic, ubicados en uno de los fondos del estadio, han dado mucho más colorido que los del Getafe, que pese a ser mayoría, han hecho bastante menos ruido. El Coliseum se ha convertido en un pequeño San Mamés, que ha disfrutado de la extensión del buen estado de forma del Athletic.

Sobre todo en la primera parte, en la que el cuadro de Ernesto Valverde ha anulado por completó al Getafe. El equipo de Contra no ha llegado ni una vez a la portería. Ni siquiera un disparo que pasara cerca del marco defendido por Gorka Iraizoz. Nada de nada.

Antes del inicio del duelo, con nueve tantos, era de los menos goleadores de toda la Liga BBVA. Y, el Athletic, no ha tenido que pensar mucho para comprender que con un poco de presión iban a anular a un equipo sin ideas en la zona de ataque. Y más con la baja de última hora del francés Karim Yoda y con la presencia en el banquillo de Pedro León, el jugador con más calidad del Getafe.

Resueltos sus problemas con la Liga de Fútbol Profesional (por lo menos de manera cautelar), el extremo murciano ha comenzado el choque en el banquillo. El croata Jorge Sammir, Diego Castro y Míchel se han hecho con un hueco en el once. Sin embargo, tanto cambio en el once no ha dado ningún fruto.

Entre Beñat, Mikel Rico y Ander Iturraspe, han conseguido anular cualquier intento azulón de hacer algo potable. El Athletic, muy rocoso y efectivo, ha sido dueño y señor de la primera parte. Las ocasiones y el gol han sido suyas. Primero lo ha intentado Aritz Aduriz con una volea, después Beñat con un tiro desde fuera del área y finalmente ha acertado Mikel San José con un cabezazo a la salida de un córner.

Ha sido el premio justo a un equipo que ha luchado por marcharse al descanso por delante en el marcador. Lo ha conseguido y nadie ha podido objetar nada. Simplemente ha sido mejor. Ha dejado fuera de juego a su rival, que, en el vestuario, ha examinado en profundidad las razones por las que ha jugado, posiblemente, sus peores 45 minutos del torneo.

Espoleado por las decisiones del colegiado Álvarez Izquierdo (le han pedido la expulsión de Balenziaga), el Getafe ha salido con otro aire al campo. Por lo menos, con más intensidad, y, eso, ha nivelado la situación.

Incluso muy pronto, a los minutos de la reanudación, Babá Diawara, con un remate acrobático, ha podido empatar el partido, pero Iraizoz lo ha evitado con una parada de mérito. Después, Míchel, desde lejos, también lo ha intentado, pero esta vez el portero del Athletic lo ha tenido más fácil para evitar el gol.

Con el Athletic grogui, esperando un contragolpe, e incluso con una línea de cinco defensas con la salida de Gurpegui al campo, ha saltado al terreno de juego Pedro León, casi seis meses después del último partido oficial que disputó con el Getafe.

Solo ha estado sobre el campo veinte minutos, pero en ellos ha dejado su firma. Ha demostrado que su bota sigue siendo un guante, le han bastado tres jugadas para desbordar a Balenziaga y poner esos centros tan peligrosos por los que siempre se ha caracterizado.

Pero su presencia no ha bastado al Getafe para llevarse algo positivo. Lo ha intentado, pero ha sido demasiado tarde. Su desastrosa primera parte ha pesado como una losa.

El Athletic ha tenido tiempo de hacer el segundo por medio de Beñat, al final del choque, y el Getafe de responder, con Ángel Lafita, en el descuento. La locura casi premia al Getafe, con un remate de Velázquez en el último instante. Pero no ha tenido suerte, Iraizoz ha evitado el empate y ha hecho buena la gran primera parte de su equipo. San José y Beñat se han encargado de rematar la semana grande del Athletic.

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