Siguiendo el guión previsto, el president de la Generalitat, Artur Mas, ha pasado de puntillas sobre la incógnita del adelanto electoral en la rueda de prensa posterior al primer Consell de Govern del año. Una ocasión que no ha desaprovechado, sin embargo, para cargar veladamente contra ERC, con quien mañana se reunirá en una última reunión a tres bandas con las entidades soberanistas.

Un último intento por alcanzar un acuerdo que en los últimos días parece más lejano que nunca. Será el jueves cuando anuncie su decisión definitiva, que tomará, según ha avanzado este mediodía, «con el único objetivo de continuar con el proceso político de Catalunya y que lo haga de la mejor manera posible».

Como se esperaba, Mas ha hecho balance de los dos años de legislatura repasando los puntos del acuerdo firmado con ERC en 2012, de los que asegura que se han cumplido un 67%. Un 22% de los puntos estaría en marcha aunque sin acabar, mientras que el 10% se encuentra todavía sin iniciarse. Esto siempre según los datos de Mas, que no son compartidos por los republicanos, que por su parte consideran que la acción del Govern en cuanto a las estructuras de Estado, por ejemplo, dista mucho de ser la acordada.

Agarrándose a sus datos, Mas ha señalado que el Govern «ha cumplido sus compromisos» y que «corresponde a otros hablar de estabilidad», en referencia a ERC, que da por muerto el acuerdo de legislatura. Algo que el president ha asegurado no entender. Sin referirse directamente a los republicanos, el president también ha asegurado que «estamos en un momento en que la cultura del acuerdo se debe ir reforzando», porque «si hay cultura de acuerdo se avanza más y se avanza mejor». También ha querido apuntar, en este sentido, que «en octubre hubo brega y se superó, ahora también hay brega y la tenemos que superar».

Mas ha considerado que «desde el punto de vista del balance nacional, el 14 ha sido un gran año, un año grandísimo». «El 9N, contra todo pronóstico, con muchas dificultades de fuera y otras de dentro, 2.344.828 de personas fueron a votar», ha reivindicado el president, que ha aprovechado para intentar situarse por encima de los debates partidistas: «El 9N, más allá de las disputas de los partidos, la alianza estratégica entre el Govern y la gente nos llevó al éxito». En este sentido, no ha desaprovechado la ocasión para recordar que «los que dimos la cara tenemos varias querellas acumuladas en los juzgados».

Más allá del proceso soberanista, buena parte de la comparecencia de Mas se ha centrado en el apartado de la economía y la acción de Govern. Sobre la primera, ha apuntado que pese a que «las etapas complicadas no se han superado del todo, el paisaje por el que pasamos ha cambiado, empieza a ser un poco mejor». Para ello, pasando de puntillas por el palpable efecto de los recortes de los últimos años, ha recordado que en 2014 «ha habido crecimiento económico cada trimestre» y ha reivindicado que llevan «18 meses seguidos de caídas interanuales del desempleo registrado».