El presidente francés, François Hollande, prometió ayer sanciones «ejemplares» en el caso de que se confirme que soldados franceses violaron a niños en la República Centroafricana (RCA).

«Si la Justicia y el mando militar confirman los hechos habrá sanciones en proporción a los hechos que se constaten y, si son graves, las sanciones serán graves, deberán ser incluso ejemplarizantes», afirmó en declaraciones a los medios. Añadió que «ninguna mancha debe mancillar el uniforme» de los soldados franceses. El Ministerio francés de Defensa confirmó la apertura de una investigación interna, paralela a la judicial, para determinar los hechos.

Personal de la ONU en la República Centroafricana recopiló los testimonios de una decena de niños de entre 9 y 13 años que estaban en un campo de refugiados anexo al aeropuerto de Bangui y que indicaban que habían sufrido abusos sexuales por parte de soldados a cambio de comida o dinero entre diciembre de 2013 y junio de 2014.

Los hechos fueron comunicados por la ONU al Ministerio el pasado 29 de julio y, de forma inmediata, el caso fue transmitido a las autoridades judiciales francesas. La Fiscalía abrió una investigación preliminar encargada a la brigada de la Gendarmería, que es la que tiene competencia para los asuntos internos de los militares. En paralelo, se abrió una investigación interna que hasta la fecha ha determinado la identidad de algunos presuntos responsables. Los hechos denunciados ocurrieron en el marco de la «Operación Sangaris», lanzada en diciembre de 2013 para poner fin a los enfrentamientos entre milicias cristianas y musulmanas en el país. En la operación, avalada por la ONU, participan 2.000 soldados franceses.

El miércoles, el diario británico “The Guardian” reveló la existencia de este informe interno de la ONU –«Niños abusados sexualmente por soldados de las fuerzas armadas internacionales»–. Anders Kompass, con 30 años de experiencia en el trabajo humanitario y director de operaciones de campo, lo envió por propia iniciativa a la Fiscalía francesa ante la inacción de la ONU. Por ello ha sido suspendido de sus funciones y sometido a una investigación interna.

El secretario francés para Asuntos de Familia, Laurence Rossignol, consideró que «son hechos gravísimos porque nuestros soldados estaban ahí para proteger a la población».

Acusan a la ONU de negación, indiferencia y encubrimiento

La codirectora de la ONG Aids Free World Paula Donovan lamentó que «los abusos sexuales regulares por militares de fuerzas de paz que se han desvelado y la horrible indiferencia de la ONU hacia las víctimas son nauseabundos». En declaraciones recogidas por “The Guardian”, aseguró que «la cruda realidad es que esto es habitual», y añadió que «la respuesta instintiva de la ONU a la violencia sexual en sus filas –ignorancia, negación y encubrimiento– debe ser sometida a una comisión de investigación independiente con acceso total a la información, de arriba a abajo, y competencia plena para citar». El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, justificó el despido de Anders Kompass porque incumplió «gravemente» el protocolo al entregar el documento «sin editar». La ONU han enfrentado múltiples denuncias por violaciones y abusos cometidos por casos azules desplegados en Haití, Burundi y Liberia, y por su pasividad en conflictos como los de la República Democrática del Congo, Kosovo y Bosnia.GARA