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AI denuncia el «vergonzoso fracaso» de los líderes del mundo ante la inmigración

Amnistía Internacional acusó a los líderes mundiales de condenar a la muerte o a la miseria a millones de personas no afrontar el drama de la inmigración, que ayer provocó un cruce nuevo dialéctico entre Italia y al Estado francés con acusaciones a París de cierre de fronteras para evitar la llegada de refugiados.

«Somos testigos de la peor crisis de refugiados de nuestra era, con millones de mujeres, hombres y niños luchando para sobrevivir en medio de guerras atroces, redes de tráfico de personas y gobiernos que persiguen intereses políticos egoístas en vez de mostrar compasión», señaló ayer el secretario general de Amnistía Internacional (AI), Salil Shetty, durante la presentación en Beirut de un informe sobre la situación de los desplazados en el mundo con motivo de la celebración, el 20 de junio, del Día Internacional del Refugiado.

AI denunció que la negligencia de los líderes mundiales está condenando a miles de personas «a la muerte» por no darles «una protección humanitaria esencial» y a millones más a «una existencia insoportable y a la miseria».

Al respecto, Shetty recordó que por primera vez desde la II Guerra Mundial el número de personas desplazadas de forma forzosa de sus hogares ha superado lo 50 millones, pero denunció que la comunidad internacional no está respondiendo a la altura en esta crisis, sino que su reacción está siendo «un fracaso vergonzoso». Como ejemplo citó la grave situación en Líbano, «epicentro de la crisis de los refugiados sirios», que es «la mayor de la historia», y señaló que todos quieren volver a su país, algo que «no es realista», por lo que hay que ayudarles.

A su juicio, hace falta abordar «una reforma radical de la política y la práctica para crear una estrategia global coherente e integral», y exige a los estados «compromisos firmes» para cumplir sus obligaciones legales individuales y que renueven su deber con el «reparto internacional» de la responsabilidad.

Cierre de fronteras

La presentación del informe coincidió con una nueva polémica en torno al drama de la inmigración protagonizada por varios socios europeos. Italia levantó su voz contra el Estado francés, que negó categóricamente haber cerrado la frontera de Ventimiglia con Niza, donde decenas de personas se agolpaban en las escolleras del paseo marítimo de la ciudad italiana con la esperanza de ganar el norte de Europa, en el que hasta ahora es el último episodio de una crisis europea sin solución aparente. Roma había acusó a París y Viena de haber cerrado el espacio europeo de Schengen para impedir el paso de refugiados y migrante «sin papeles», que han sido devueltos a Italia en los últimos días.

El Estado francés rechazó la acusación y aseguró haber intensificado los controles fronterizos para no dejar paso a migrantes «sin papeles», mientras que Austria dijo que las devoluciones al país por donde ha entrado son un procedimiento «rutinario» que se aplica desde hace años cuando en los controles encuentran a alguien sin permiso de estancia legal en la Unión Europea.

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, que el domingo amenazó con un «plan B» si no recibe apoyo para hacer frente al flujo migratorio que soporta, terció en la polémica al criticar por la tarde la «bravuconada» de algunos ministros de otros países, tras las declaraciones horas antes del ministro de Interior francés, Bernard Cazeneuve, que recordó a Italia su responsabilidad en materia de asilo y fronteras y aseguró que París no cerró sus fronteras ante la posible llegada de cientos de migrantes y que se limitó a hacer respetar la legislación europea.

Bloqueados en Ventimiglia

Mientras tanto, decenas de personas, sobre todo eritreos y senegaleses, permanecen bloqueados en Ventimiglia esperando a que el Estado francés les abra la frontera para poder reunirse con sus familias. Muchos de ellos argumentan que no quieren quedarse tampoco en territorio francés, sino que se trata de un lugar de paso.

Desde hace días, además, centenares de migrantes vagan por las estaciones de las principales ciudades italianas esperando a la espera de coger el tren que les lleve a Suecia, Alemania o el Estado francés, donde encontrar a sus familiares, y cuyo billete han pagado con un enorme esfuerzo económico que les ha dejado sin dinero.

Una situación que el ministro italiano de Interior, Angelino Alfano, calificó de «puñetazo en la cara» de Europa.

 

Turquía pide a Europa más ayuda para gestionar el flujo migratorio

El ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, instó ayer a los países europeos a ayudar a Turquía ante el intenso flujo de inmigrantes que está recibiendo procedentes, principalmente de Siria. En las últimas dos semanas se calcula que hasta 15.000 refugiados habría cruzado hacia territorio turco procedentes de Siria e Irak.

«Turquía ha gastado más de 6.000 millones de dólares en los refugiados hasta ahora. La ayuda de la comunidad internacional es de tan solo 300 millones. La carga debe ser repartida», afirmó Cavusoglu, quien destacó que unos 500.000 refugiados han pasado a tener edad de escolarización, a la que «solo el 40% de ellos tiene acceso». «No tienen una casa a la que volver. Otros dos millones de refugiados están en países como Jordania, Egipto, Arabia Saudí y Líbano, en condiciones peores que las de Turquía», argumentó.

Cavusoglu reprochó durante una reunión de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) que aún no haya una estrategia para esta cuestión después de más de diez meses de reuniones. La presidenta de la APCE, Anne Brasseur, dijo estar «impresionada» por la «cálida acogida» que ha dado Turquía a los refugiados. «Europa se está beneficiando de ello y debería hacer más para ayudar», apuntó.

Ayer mismo, otros 2.500 sirios, en gran parte mujeres y niños, cruzaron el paso fronterizo de Akçakale, en la provincia de Sanliurfa, huyendo de los combates entre los yihadistas del Estado Islámico (ISIS) y las milicias kurdas en Gire Spi (Tel Abyad, en árabe). A primera hora de la mañana empezaron a agolparse ante la valla fronteriza, uno de cuyos tramos derribaron hacia el mediodía para cruzar al otro lado. La víspera, unos 2.800 sirios llegaron a territorio turco tras derribar un tramo de la valla después de que los milicianos del ISIS les impidiera utilizar el paso oficial abierto por las autoridades turcas tras varios días de cierre y después de haberles rechazado con chorros de agua a presión y haber visto como los yihadistas les obligaban a retroceder.

Al mismo tiempo, se intensificaban los combates alrededor de Gire Spi y las kurdas Unidades de Protección Popular (YPG) consiguieron cercar completamente la ciudad fronteriza por Turquía en poder de ISIS, cortando la llegada de suministros desde A&bs;l-Raqa, bastión yihadista en Siria, y tomando el control del paso fronterizo entre Siria y Turquía.

El portavoz del departamento de Defensa de la región autónoma kurda de Al-Yazira, Nasser Hach Mansur, explicó que las YPG están respaldadas, además de por los ataques aéreos de la coalición extranjera liderada por EEUU, por unidades del opositor Ejército Libre Sirio.

Ridor Jalil, comandante de las YPG, señaló que miles de combatientes kurdos rodeaban Gire Spi, adonde llegaron guerrilleros procedentes de Al-Yazira y Kobane, dos de los principales enclaves kurdos de Rojava (Kurdistán Occidental) que se encuentran al este y al oeste de la disputada ciudad.GARA

 

El eurodiputado Juaristi viaja a Lampedusa

El europarlamentario de EH Bildu Josu Juaristi viajará el fin de semana a Lampedusa con una delegación del grupo GUE/NGL para conocer de primera mano el drama humanitario de las personas migrantes, observando sobre el terreno la evolución de la llegada y acogida de los migrantes, analizando las condiciones de los centros a los que son trasladadas las personas rescatadas en alta mar, sobre todo al que son llevados los menores no acompañados, y reuniéndose con ONG, autoridades y responsables del trabajo sobre el terreno.

Sobre la respuesta de la UE a esta crisis, Juaristi se opuso a una posible intervención militar contra mafias y traficantes de personas porque «puede acarrear aún más muertes» y consideró positiva la negociación del mecanismo de reubicación de migrantes en Europa, a falta de concretar cuestiones prácticas y pese a los pocos avances en los planes de reasentamientos.

Por su parte, el diputado de Amaiur Jon Iñarritu se refirió a la situación de Ceuta y Melilla para criticar que el Gobierno español trate una cuestión humanitaria y de derechos humanos como un asunto policial, y «pretenda legalizar lo ilegalizable», como son las expulsiones sumarias.GARA