«Hacer una película es un acto de colaboración y no estaría aquí si no fuera por ellos», ha destacado la actriz. Watson, nacida en Gran Bretaña en 1967, ha dicho que ha pasado toda su carrera interpretando a otras personas, pero que en esta ceremonia se sentía «desnuda» por tener que hacer de ella misma.

Ha destacado que a lo largo de los años ha encarnado personajes con vidas «más interesantes» que la suya, a los que debe parte de lo que es ahora.

A todos los que la han «protegido» en estas dos décadas y a quienes han participado con ella en ese «viaje imaginario» que comienza con cada película les ha dado las gracias tras recibir este galardón de manos del director del Festival donostiarra, José Luis Rebordinos.

El responsable del Zinemaldia ha dedicado, junto con el público, un largo aplauso a esta actriz, cuyo ingreso en la nómina de los premios Donostia ha defendido frente a quienes la han considerado una galardonada de rango menor.

Al comienzo del acto se ha proyectado un vídeo con imágenes de los filmes de la actriz, que debutó en el cine en 1996 con el personaje de Bess McNeill en ‘Rompiendo las olas’, de Lars von Trier, por el que fue nominada a los Globos de Oro.

Emily Watson ha recibido el Premio Donostia número 56. Esta tarde decía en rueda de prensa que, tras leer los grandes nombres que forman parte de la lista de galardonados, se sintió «bastante sorprendida» de que se lo hayan otorgado a ella. «Es un honor increíble».

Desde su creación en 1986, cuando lo recibió Gregory Peck, el Donostia lo habían recibido hasta el momento dieciocho mujeres, la primera Bette Davis en 1989 y la última Carmen Maura. Entre medias lo han hecho otras como Lauren Bacall, Lana Turner, Catherine Deneuve, Susan Sarandon, Jessica Lange, Liv Ullmann, Meryl Streep o Julia Roberts. Watson es la tercera actriz británica que lo recibe, tras Vanessa Redgrave y Julie Andrews.