La lacra de la violencia machista no cesa. Así lo revelan los datos aportados ayer por la consejera de Seguridad de la CAV, Estefanía Beltrán de Heredia, que advirtió de que entre los meses de enero y setiembre 3.087 mujeres –un 3,26% menos que durante el mismo periodo del curso anterior– presentaron denuncias en las comisarias de Ertzaintza por agresiones de sus parejas o exparejas, de su entorno familiar o por delitos contra la libertad sexual.

Sin embargo, Beltran de Heredia, que compareció ante la Comisión de Instituciones, Seguridad y Justicia del Parlamento de Gasteiz, advirtió de un aumento del 0,13% en el numero de atestados iniciados de oficio por la policía autonómico o por la denuncia de un tercero. Así, durante los primeros nueves meses del año se registraron 3.960 victimizaciones frente a las 3.875 de 2015. A este respecto, cabe destacar que desde enero hasta setiembre, la Ertzaintza abrió 783 atestados sin que la víctima presentase denuncia.

Un verano «trágico»

La consejera, que recordó las muertes de Leire Rodríguez en Bilbo, de Almudena Matarranz en Erandio y de otra joven de nacionalidad rumana en Gasteiz, admitió que este verano ha sido «trágico», ya que ha estado salpicado de agresiones sexistas consumadas «principalmente» en ambientes festivos. «No ha habido agresión que mo haya suscitado actos de repulsa y condena ciudadana, pero ello no nos exime de tener que seguir trabajando y tomar decisiones para atajar el problema que supone que una sola mujer sea agredida por su condición de mujer», manifestó Beltrán de Heredia tras insistir en la importancia de la educación para erradicar la violencia machista.

Desde la oposición, la parlamentaria de EH Bildu Diana Urrea criticó las políticas impulsadas por Lakua, y censuró la falta de recursos para fomentar la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. «Los seis millones de euros que se destinan a las políticas de igualdad es lo que valen los uniformes de la Ertzaintza», subrayó.

Para combatir la violencia machista, la representante soberanista reclamó la creación de una mesa de trabajo en la que participen las instituciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, expertos en la materia e integrantes del movimiento feminista.