
Más de un millón de migrantes y solicitantes de asilo han llegado este año a Europa, en la peor crisis migratoria que vive el continente desde la Segunda Guerra Mundial, según un nuevo balance de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) presentado en Ginebra.
La organización ya había alertado la semana pasada, cuando ACNUR alertó de que se iban a registrar cifras record, de que previsiblemente se superaría la cifra del millón antes de terminar 2015, sumando tanto las llegadas por mar como por tierra. El balance difundido hoy, y actualizado hasta el 21 de diciembre, confirma una cifra de 1.005.504 personas.
Gran parte de estos refugiados han llegado a territorio europeo a través de Grecia, país por el que han entrado más de 816.000 refugiados desde enero, en su mayoría sirios y afganos. En total, más de 3.600 personas han perdido la vida en su intento por llegar a Europa.
El director general de la OIM, William Lacy Swing, advirtió ayer del «sentimiento anti-inmigración» que se ha extendido ante la llegada masiva de refugiados. «Cada persona que llega desde el extranjero es potencialmente un terrorista, mucho más ahora tras lo ocurrido en París», ha lamentado.
Contra ello, Swing recordó que «todos nuestros países siempre han estado abiertos a nuevas llegadas de personas porque siempre han sido beneficiosas». «Tenemos que volver a esto», ha añadido.

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