La catedrática de Economía Sara de la Rica presentó ayer en Bilbo el Informe Laboral Euskadi de la UPV/EHU, un balance de 2015 elaborado con datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). En la presentación, la responsable del informe se mostró positiva con la evolución del desempleo en términos cuantitativos en la CAV, donde se cerró el año con 42.000 parados menos que el año anterior. Sin embargo, alertó sobre lo cualitativo, ya que en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se han perdido 1.600 empleos indefinidos mientras se han ganado alrededor de 220.000 temporales este último año.

Este aspecto y los salarios bajos son lo que más preocupan a De la Rica, quien afirmó que «la temporalidad es malísima tanto para los trabajadores como para los empresarios porque desincentiva la implicación del empleado en la empresa», y expresó su deseo de que la CAV «no se instale en la temporalidad».

En este sentido, la catedrática de la UPV/EHU consideró que debería haber «una supervisión» para evitar el «fraude de ley» en los contratos temporales. «Los empresarios, clarísimamente, han usado esta modalidad para tener flexibilidad porque los contratos indefinidos siguen teniendo mucha rigidez», recalcó.

Apostó por «acortar» la diferencia de los costes de despido de la contratación indefinida y temporal, y por que «haya una seguridad jurídica muy clara» en relación a las condiciones de despido porque lo contrario, afirmó, «está impidiendo la contratación indefinida».

Del paro a la inactividad

Respecto a términos cuantitativos, 2015 se cerró con 130.000 desempleados en la CAV, lo que significa un descenso de 42.000 parados, de los cuales 20.400 fueron absorbidos por el mercado laboral, pero cerca de 16.000 han transitado hacia la inactividad porque volvieron a los estudios, se jubilaron o desistieron de seguir buscando empleo. A esto hay que añadir que la población en edad de trabajar descendió en 5.000 personas.

El aumento de la población ocupada –en la actualidad son 894.000–, según De la Rica, ha traído el «envejecimiento de la población ocupada vasca», de manera que «ha beneficiado» sobre todo al colectivo de mayores de 45 años, con 18.000 ocupados más en el último año. Es decir, 47 de cada 100 trabajadores son mayores de 45 años.

Además, el porcentaje de parados de larga duración disminuyó del 67% al 64%, con 32.190 parados menos de este colectivo. A pesar de ello, De la Rica pidió «no lanzar las campanas al vuelo» al estimar que «este asunto sigue siendo un problema importante en Euskadi».

El informe también revela que entre la población en situación de paro se ha producido un aumento del peso de las mujeres, que en un año han pasado de representar el 46% al 50%.

Confebask considera un contrasentido las 35 horas semanales

Confebask mostró ayer su sorpresa por la decisión del Gobierno de Lakua de recuperar la jornada laboral de 35 horas semanales para los 70.000 trabajadores de la Administración pública por considerarla un «contrasentido».

En un comunicado, la patronal expresó su sorpresa por el hecho de que Lakua reconozca que 2016 puede ser un año «complicado porque se mantienen incógnitas» mientras, por otro lado, libera cada año 7,8 millones de euros de presupuesto público para reducir la jornada laboral a los empleados públicos «solo por el hecho de tener esa condición laboral», en lugar de «reforzar todavía más el impulso de políticas que generen una mayor reactivación de la economía y del empleo». Confebask no comparte esa decisión del Ejecutivo vasco porque entiende que «no es un buen ejemplo para la sociedad» en un momento en el que a empresarios y trabajadores del sector privado «se les pide un esfuerzo añadido para, en las actuales condiciones de incertidumbre, garantizar y crear empleo».

Por su parte, las secciones sindicales de ELA, LAB y UGT en el Gobierno de Lakua entregarán hoy a los grupos políticos del Parlamento de Gasteiz las firmas recogidas en defensa de los servicios públicos, contra los recortes y para pedir que les devuelvan las condiciones laborales arrebatadas, el cumplimiento de los acuerdos suscritos y una negociación real. GARA