Iñaki VIGOR

El regreso de las grullas, un espectáculo de la naturaleza

Durante estos días, decenas de miles de ejemplares están cruzando las montañas vascas hacia países como Suecia, Noruega o Finlandia para iniciar la temporada de cría.

Imagen obtenida desde el monte Pulpitera, en la muga de los valles de Erronkari y Zaraitzu. (Iñaki VIGOR)
Imagen obtenida desde el monte Pulpitera, en la muga de los valles de Erronkari y Zaraitzu. (Iñaki VIGOR)

El regreso de las grullas hacia el norte de Europa se considera un símbolo del fin del invierno. Durante estos días, decenas de miles de ejemplares están cruzando las montañas vascas. Son las mismas grullas que vimos pasar, también a miles, en los meses de noviembre y diciembre.

Entonces lo hicieron hacia el sur, buscando alimento en la laguna aragonesa de Gallocanta, en Extremadura e incluso en Africa. Y ahora emprenden el camino de vuelta prácticamente por las mismas rutas, en trazados directos y por lugares que les proporcionan comida y cobijo. Las grullas son escandalosas.

Suele ser habitual escuchar sus graznidos antes que descubrirlas en el cielo haciendo y deshaciendo dibujos a capricho. Cuando se juntan en grandes bandadas, y pasan una tras otra como está ocurriendo estos días, son un verdadero espectáculo. Las montañas navarras ofrecen lugares privilegiados para disfrutar de este regalo de la naturaleza.