La eléctrica vasca señala que los resultados vienen definidos por el creciente peso de las actividades reguladas (transmisión y distribución) y del negocio renovable, y apunta el impacto positivo de la evolución de dos de las divisas de referencia de Iberdrola, el dólar y la libra, efecto que se ve parcialmente compensado por la pobre evolución del real brasileño.
El resultado bruto de explotación del grupo (ebitda) se sitúo en 7.306 millones de euros, un 4,9% más que en 2014, mientras que los ingresos crecieron un 4,6% hasta los 31.418 millones.
A cierre de 2015, Iberdrola contaba con 46.471 MW instalados en todo el mundo, de los que, según sus datos, un 63% produce energía libre de emisiones.
Iberdrola, que hoy presenta su hoja de ruta hasta 2020, destaca que con las cifras de 2015 cumple los objetivos fijados en su plan 2014-2016 con un año de antelación y avanza que también espera cerrar este ejercicio con incrementos tanto en ebitda como en beneficio neto.
En línea con los resultados, Iberdrola ha propuesto un aumento de la retribución anual a sus accionistas del 4%, hasta 0,28 euros brutos por acción con cargo al ejercicio 2015.