Josu Erkoreka se ha referido, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno semanal, a la decisión de Arcelor-Mittal de proceder a un «cese parcial» de la actividad en su planta de Zumarraga.

El portavoz del Gobierno de Lakua ha asegurado que se trata de una «muy mala noticia sin paliativos», y que el Ejecutivo ha transmitido a la dirección de la empresa su «contrariedad» por «lo drástico de la decisión» y por «el modo en que se ha adoptado».

Asimismo, según ha explicado, se ha pedido a la empresa que «actúe con extrema responsabilidad» en la gestión de la «situación personal» de los 350 trabajadores que pueden «verse afectados por la decisión. Es algo que es clave en este momento y de extrema prioridad».

Erkoreka ha indicado que el Gobierno de Lakua es consciente de las «dificultades» que atraviesan la empresas del sector del acero. «Precisamente por eso, hubiese sido bueno que, en el caso de esta empresa, se manifestara una actitud más proactiva» para que fuera posible «establecer un marco de colaboración con las instituciones que pudiera haber evitado el cierre».

«El Gobierno vasco está convencido de que el sector es viable, de que tiene posibilidades de continuar en el futuro y, de hecho, hay otras empresas en Euskadi que están trabajando con firmeza, con seriedad, con mucho rigor en mejorar su competitividad», ha añadido.

Tapia: «Arcelor no ha actuado con responsabilidad empresarial»

Por la tarde, la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, ha comparecido ante los medios y ha opinado que este es un caso en el que el grupo siderúrgico indio no ha actuado «con suficiente responsabilidad empresarial» para hacer de la planta de Zumarraga una empresa «competitiva», con un plan de negocio que «no ha sido lo riguroso que debería».

«La ausencia de inversiones para la puesta a punto de maquinaria, de diversificación de producto y de una apuesta suficiente por la innovación y mejora del producto también son elementos que la han abocado a la actual situación», ha criticado.

Tapia ha solicitado a Arcelor que «reconsidere los términos» de su decisión y que plantee, en su caso, medidas «menos traumáticas de jubilaciones, bajas y traslados voluntarios negociados con la representación de los trabajadores», para ajustar la capacidad de la planta y garantizar «el futuro industrial del municipio de Zumarraga».