Estos grupos, aunque con matices en su reacción al acuerdo, han coincidido en destacar que el gabinete de Gorka Urtaran, que con la entrada de los cuatro concejales del PSE estará integrado por 9 ediles, seguirá si tener la mayoría suficiente para aprobar sus principales proyectos sin el respaldo de otros partidos, dado que las fuerzas de la oposición suman 18 concejales.

Desde el Partido Popular, su portavoz municipal, Javier Maroto, ha indicado que «antes era un Gobierno en minoría para sacar adelante los proyectos de la ciudad y ahora lo sigue siendo. Antes el PP era la única alternativa en la ciudad y ahora, más que nunca, lo sigue siendo». A su juicio, se ha pasado de un gobierno «en funciones» a uno «en prácticas».

La portavoz de EH Bildu, Miren Larrión, ha recordado que la consecución de las mayorías suficientes seguirá dependiendo de su coalición y del resto de «las fuerzas que posibilitaron el cambio» cuando apoyaron la investidura de Urtaran como alcalde.

Larrión ha destacado que el Gobierno municipal «seguirá teniendo que escoger entre EH Bildu, para avanzar hacia un cambio real; o el PP, para retroceder al modelo anterior». En su opinión, desde el inicio de la legislatura «los socialistas han tenido un papel irrelevante» en el Ayuntamiento y ha sido el resto de grupos los que «han aportado las ideas, las propuestas y las mayorías».

Podemos ha considerado que el pacto presenta «más interrogantes» que posibles «soluciones», pero que en todo caso «no se observa ningún cambio» respecto al pacto de gobernabilidad que ya tenían suscrito PNV y PSE. Además, ha recordado que el Gobierno municipal firmó un acuerdo presupuestario no sólo con el PSE, sino también con EH Bildu, Irabazi y el propio Podemos, por lo que esos compromisos «deben cumplirse».

Irabazi ha lamentado que el PNV haya pactado ahora con un partido «que no facilitó el cambio» en el Ayuntamiento de Gasteiz tras las elecciones municipales del año pasado. Esta formación considera que el acuerdo tiene como objetivo «allanar el camino de una coalición» para las elecciones autonómicas del próximo otoño, por lo que «no soluciona los problemas de la ciudadanía gasteiztarra y únicamente responde a intereses electorales de ambos partidos».