PP y Ciudadanos sellan su acuerdo y el partido de Albert Rivera votará «sí» a la investidura de Mariano Rajoy. Tras más de una semana de negociación, los portavoces parlamentarios de ambas formaciones, Rafa Hernando y Juan Carlos Girauta, han rubricado el pacto. La presión ahora pasa al PSOE. Albert Rivera, líder de la formación naranja, ha apuntado hacia su antiguo socio argumentando que de las 150 medidas que se incluyen en la alianza con el PP, 100 fueron suscritas por Pedro Sánchez. Es él quien tiene en sus manos permitir que Mariano Rajoy pueda seguir siendo presidente, ya que sería necesaria al menos la abstención de seis de sus diputados (cinco en caso de que Coalición Canaria se sume a la entente).

«El nuevo centro ha movido a la vieja derecha». Albert Rivera ha sacado pecho de su papel como bisagra. Hace cinco meses se hizo la foto con Sánchez y, en esta ocasión, se la hace con Rajoy. Su problema es que en ambas circunstancias no tendrá mucho recorrido, ya que la fecha de caducidad del texto es el próximo sábado, cuando concluya la investidura. Es decir, que puede ocurrir que haya durado más la negociación que la vigencia del documento. 

El primero en comparecer ha sido Rivera. Alejado de la teatralidad de la firma que protagonizó hace cinco meses con Pedro Sánchez, el líder de Ciudadanos ha desgranado algunas de las 150 medidas acordadas con el PP. Ha asegurado que se incluirá el complemento salarial a las rentas más bajas, que no se subirá el IRPF y que reformará el régimen de los autónomos, entre otras medidas. En ese momento había que fiarse de las palabras del líder de Ciudadanos, porque el documento no ha sido facilitado a la prensa antes de las comparecencias. Sin los datos en la mano resulta complicado formular preguntas en detalle.

Otros puntos incluidos en el texto son los acuerdos sobre corrupción sellados hace una semana, medidas de «adelgazamiento» de instituciones como las diputaciones o el Senado y comenzar los trabajos de cara a una comisión que valore un cambio en la Constitución. Rivera también ha logrado colocar su «pacto por la unidad de España». No lo tenía difícil. Ahí juegan en el mismo terreno. 

Mariano Rajoy también se encuentra «satisfecho». Ha insistido en que él «ha hecho su trabajo» y que ahora le corresponde a otros, en referencia al PSOE, facilitar la investidura. Para ello se reunirá mañana con Pedro Sánchez, quien insiste en que no apoyará al presidente en funciones. Paradójicamente, al hablar de los bloques, Rajoy ha apuntado a cinco y no a siete. En concreto, los cinco compromisos que formaban parte de la campaña del PP de hace meses. Cosas del marketing político.

Las miradas están puestas ahora en Ferraz. La investidura comienza el martes y, por el momento, no parece que el PSOE esté pensando en pasarse a la abstención y permitir que Rajoy siga siendo el inquilino de La Moncloa. Por ahora, mucho fuego de artificio pero pocas medidas aplicables, ya que sin Gobierno no hay desarrollo legislativo.