La Oficina Central Electoral del país balcánico ha confirmado la victoria del PSD, con un 45,3% de los votos, seguido de lejos por el Partido Nacional Liberal (PNL), con el 19,9%, tras el escrutinio del 95,5% de los sufragios.

En tercer y cuarto lugar han quedado la Unión Salvar Rumanía (USR) y la formación de la minoría húngara Unión Democrática de los Magiares de Rumanía (UDMR), con el 8,92% y el 6,4%, respectivamente.

También han entrado en el Parlamento dos partidos de centroderecha, la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE), con el 5,6%, y el Partido Movimiento Popular (PMP), con un 5,2% del apoyo.

Los socialdemócratas han anunciado que intentarán llegar a un acuerdo con la ALDE para lograr una coalición de gobierno con mayoría absoluta en el Parlamento, aunque aún no han dado a conocer quién será el primer ministro.

Se ha registrado apenas un 39,49% de participación, dos puntos menos que los registrados en los comicios celebrados en 2012.

A los socialdemócratas no les ha pasado factura ni los numerosos casos de corrupción que salpican a su partido ni la dimisión del ex primer ministro Victor Ponta en noviembre de 2015 por las protestas tras el incendio en una discoteca de Bucarest que causó 64 muertes.

«Quiero decir a los rumanos que todo lo que presentamos en nuestro programa lo vamos a llevar a la práctica», ha declarado el líder del PSD, Liviu Dragnea, tras conocer los resultados.

El PSD ha prometido aumentar los salarios públicos, las pensiones, el gasto estatal y bajar los impuestos.

Pese a la victoria socialdemócrata según los sondeos, la presidenta del PNL, Alina Gorghiu, ha confiado en que su candidato, Ciolos, aún pueda aspirar a ser primer ministro.