Elizalde, que ha comparecido en el Parlamento para presentar el Plan de Residuos de Nafarroa 2017-2027, ha explicado que actualmente se eliminan en vertederos el 68 % del total de los residuos domésticos y ha propuesto disminuir esa cifra hasta alcanzar un 25 % como máximo en 2027.

Así, ha planteado pasar de las 177.946 toneladas por año registradas en 2014 a 61.800, el 25 % de lo generado.

La consejera ha propuesto también pasar de generar las 262.602 toneladas registradas en 2014 a 247.000 en 2027, lo que supondría unos 135 gramos menos al día por habitante, hasta los 360 kilos por habitante al año frente a los 410 de 2014.

Según ha manifestado, el plan apuesta por una economía circular, entendiendo los residuos «como recursos que pueden ser utilizados de nuevo en la mayoría de las ocasiones».

«Frente a la economía lineal de usar y tirar, abogamos por un nuevo modelo que imite a la naturaleza y reintegre el residuo a una nueva vida útil», ha aclarado.

Además, ha considerado que supone una «herramienta importante y básica para la lucha contra el cambio climático». También ha destacado la prevención como elemento clave del plan, de forma que Nafarroa pueda ser referente en este aspecto, así como en la creación de «empleo verde y social», y como ejemplo de «buena gobernanza».

En cuanto al proceso de elaboración, ha precisado que se han recogido un total de 130 alegaciones de 24 entidades, entre las que destacan asociaciones y ayuntamientos. De ellas, se han estimado 62, desestimado 39 y otras 29 ya estaban incluidas en el plan.

El documento propone la creación de diez nuevos puntos limpios y el compromiso de no llevar a los vertederos «ningún residuo sin tratar».

También se formula como medida clave el desarrollo de la Ley foral que ha de acompañar a este plan, en la que ya se está trabajando.

Para cumplir los objetivos, el documento contempla un total de 78 medidas y 239 acciones, así como un presupuesto de 698.026.510 euros, de los cuales el 82 % correrá a cargo de financiación pública y el 18 % corresponderá a financiación privada.

Por UPN, Carmen Segura ha mostrado «muchas dudas» sobre el plan, ya que «contiene mucha paja y deja todo en el aire» para que «nadie se moleste». «Con este plan se ha querido contentar a todos y se ha creado un malestar en todas las mancomunidades», ha advertido.

El parlamentario de Geroa Bai Unai Hualde ha considerado que se trata de un «trámite necesario» que ha sido «cumplimentado en plazo», aunque «el verdadero trabajo comienza ahora».

Por EH Bildu, David Anaut ha realizado una valoración global «positiva», ya que el plan se encuentra «bien formado». Si se plasma tal y como está diseñado, «en diez años estaremos en una situación diferente», ha anunciado.

El parlamentario de Podemos Rubén Velasco ha calificado el plan como «ambicioso», aunque ha advertido de que algunos aspectos no «acaban de encajar» a la formación morada.

Por el PSN, Santos Cerdán ha indicado que en ciertos aspectos es «ambiguo» y que «incumple recomendaciones europeas», mientras que por el PP Javier García ha compartido los objetivos propuestos pero ha recomendado ser «realistas».

La parlamentaria de Izquierda-Ezkerra Marisa de Simón, que ha mostrado «satisfacción» por tener «en tiempo y forma la tarea cumplida», ha destacado un cambio «positivo y radical» respecto al anterior plan.