Se trata de «un texto base sobre el que empezar a hablar» de cuestiones como la jornada laboral o las cuantías económicas para resarcir el mayor horario, ha precisado en alusión a las cuestiones que han generado mayores críticas.

En declaraciones a los periodistas momentos antes de comparecer en el Parlamento, ha reconocido que la respuesta sindical ha sido critica, pero ha recalcado que el proceso de negociación sindical comenzó el viernes y no va a terminar, a efectos del Gobierno, hasta que se apruebe el anteproyecto el 12 de abril para remitirlo al Parlamento, por lo que «hay mucho tiempo».

«Todas crítica sindical es legítima, pero no puedo compartir que se nos acuse de que se ha contado con otros pero no con ellos», ha afirmado la consejera.

En este sentido ha explicado que con quienes se ha tratado hasta el momento ha sido, «desde un punto de vista estrictamente técnico», con los grupos de trabajo que se crearon el año pasado, con la participación de seis juristas, entre los que estaba ella.

Además ha habido grupos de trabajo con representantes de los ayuntamientos designados por la Federación Navarra de Municipios y Concejos. La información recabada en todos ellos junto con el resultado de las consultas públicas y el texto articulado es lo que se entregó el viernes a los sindicatos.

Beaumont ha señalado que se ha ampliado el plazo máximo legalmente previsto de quince días hasta el 7 de abril para que puedan hacer sus aportaciones. Mientras tanto todos los jueves, con un total de cuatro, van a celebrar reuniones de trabajo para tratar cuestiones concretas.

Simultáneamente al periodo de negociación sindical ha comenzado la negociación política. La primera de estas reuniones tuvo lugar ayer con los representantes de las cuatro fuerzas que sustentan al Gobierno navarro a las que se trasladaron las líneas básicas del documento.
Mañana miércoels 22 tendrá lugar una reunión similar con representantes del PSN, el viernes con UPN y el lunes con el PP.

Respecto a la reunión con el cuatripartito, ha comentado que fue «larga» y en ella se debatieron las líneas básicas «con las que en principio manifiestan conformidad», si bien ha indicado que «da por hecho» que al texto del articulado habrá alegaciones que durante el periodo de negociación política procuraran admitir las que sean de mayor consenso.

Luego, ha agregado, quedará todavía la fase de presentación de enmiendas en el Parlamento.