El magistrado confirma así la sanción impuesta por el Ministerio español de Interior al aficionado por una «infracción grave».

El aficionado del Elche, que se había desplazado hasta Vila-real para asistir al partido que enfrentaba a los dos equipos el 30 de marzo de 2014, gritó a agentes de la Unidad de Intervención Policial «cerdos» y «txakurras», según el atestado redactado por los propios policías.

La Subdelegación del Gobierno en Castellón impuso la multa al aficionado, que confirmó el Ministerio de Interior. El sancionado presentó una demanda contenciosa contra la resolución, que ha desestimado ahora el Juzgado.

En la sentencia, el juez considera que la situación fue una «clara provocación y un insulto» a los agentes, y asevera que «no es posible acoger que no se trate de un insulto», como exponía el aficionado ilicitano.

Para el juez «la parte actora altera la transcripción del insulto, que no es ‘charrúa’, sino ‘txakurra’. Se trata de un insulto deliberado, que proviene y tiene su origen en la izquierda abertzale, y que parece ser que ya se ha extendido por toda España; insulto que va dirigido exclusivamente a la Policía Nacional», argumenta en la sentencia el magistrado.