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Un campo de trabajo con 25 jóvenes consolida el Cementerio de las Botellas de Ezkaba

Un total de 25 jóvenes, 13 de ellos de distintos puntos del Estado y 12 de otros lugares, han colaborado en la recuperación y consolidación del denominado Cementerio de las Botellas, junto al Fuerte de Ezkaba de Iruñea.

Imagen de la consejera Ollo y de los jóvenes que participan en el campo de trabajo para consolidar el Cementerio de las Botellas en Ezkaba. (Iñigo URIZ/ARGAZKI PRESS)
Imagen de la consejera Ollo y de los jóvenes que participan en el campo de trabajo para consolidar el Cementerio de las Botellas en Ezkaba. (Iñigo URIZ/ARGAZKI PRESS)

Todos ellos han participado en un campo de trabajo organizado por el Gobierno de Nafarroa, cuya consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo, ha conocido la labor realizada durante dos semanas en Ezkaba, en una visita antes de que mañana concluya la actividad, coordinada por la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

Según ha informado el Ejecutivo, durante la visita, Ollo ha agradecido la labor de los jóvenes que participan en el campo y les ha instado «a convertirse en embajadores de la memoria en sus lugares de procedencia, generando redes de colaboración en el reconocimiento que merecen las víctimas y en la reparación de sus familias».

El objetivo esencial del campo de trabajo ha sido proporcionar a los y las participantes un «espacio integrador, sin exclusiones, para trabajar el conocimiento y convivencia entre iguales, el intercambio de experiencias, el trabajo en equipo, y la asunción de valores de paz, igualdad, solidaridad, y respeto a todas las culturas».

Monitoras de Aranzadi han explicado la labor de recuperación y consolidación del lugar, construido en 1937 y en cuyas inmediaciones se enterraron a personas que fallecieron a causa de las condiciones infrahumanas de la reclusión impuesta por los militares sublevados durante la Guerra del 36.

De hecho, el nombre del cementerio se debe a que los cuerpos allí enterrados tenían botellas depositadas entre ambas extremidades inferiores, que originalmente contenían en su interior un acta de defunción.

La intervención ha consistido principalmente en la limpieza de la vegetación situada en el interior del recinto y en todo el perímetro exterior colindante con el muro perimetral; el acondicionamiento del sendero de acceso y la consolidación de los muros perimetrales.

Con el objeto de ahondar en el discurso memorialista, los y las participantes han podido visitar otros lugares de la memoria como Gernika, y han acudido a una charla sobre las mujeres y la cárcel del fuerte y a una mesa redonda con miembros de AFFNA, (Asociación de Familiares de Fusilados de Nafarroa), entre otras actividades.

Este campo de trabajo se enmarca en el proyecto Ezkaba, sustentado por el Gobierno de Nafarroa e instituciones y asociaciones memorialistas de todo el Estado, y que incluye, entre otras, la labor de localización de familiares que permitan identificar los cuerpos recuperados.

Dentro de este proyecto se inscribe este campo que en palabras de Ollo, «pretendía proporcionar un espacio integrador, sin exclusiones, donde se potenciarán aspectos como el conocimiento histórico y la importancia de la memoria, y la convivencia entre iguales».

Asimismo, «el campo de trabajo pretende ser una herramienta de transmisión intergeneracional de la memoria de modo que entre todos construyamos una sociedad más justa, ética y democrática».

Por su parte, Olatz Retegi, antropóloga social de Aranzadi, que desde 2013 trabaja en proyectos estatales e internacionales vinculados a la recuperación de la memoria histórica y ha realizado labores de coordinación del campo de trabajo, ha señalado que «después de dos semanas nos hemos conocido entre todos y el ambiente de trabajo ha sido excepcional».

Algunos participantes son historiadores, aunque también hay muchos ingenieros, que quieren «desconectar de su ámbito más esquemático y se interesan por lo acontecido en este lugar hace 80 años», ha apuntado Retegi.

El interés por la historia ha traspasado fronteras y en el equipo participan jóvenes italianos, mexicanos y taiwaneses.

Con esta actividad, el Instituto Navarro de Deporte y Juventud (INDJ) ha retomado este año los campos de trabajo que se interrumpieron en 2011, con el objetivo de potenciar proyectos con dimensión social, desarrollados por jóvenes de diferentes procedencias, comprometidos de forma voluntaria y desinteresada.

Además del programa desarrollado en Ezkaba, mañana concluye el campo de trabajo que se ha llevado a cabo en la denominada ‘Línea P’ en Orreaga y Auritz, en el ámbito de la memoria histórica.

Por otra parte, y en colaboración con la Dirección General de Medio Ambiente, la Subdirección de Juventud tiene en marcha hasta el próximo 14 de agosto el campo de trabajo que se está desarrollando en el Señorío de Bertiz con carácter medioambiental.