
La subida final al monasterio de Santo Toribio, junto a la localidad cántabra de Potes, ha dejado en evidencia que Froome sigue siendo un líder sólido y que su mal día de la víspera fue eso, un mal día.
El británico del Sky ha rematado la criba realizada por sus compañeros de equipo en una ascensión corta pero dura, y ha descolgado a su más inmediato perseguidor, Vincenzo Nibali, a quien ha distanciado en 21 segundos. La mitad de los 42 que el Tiburón de Mesina había logrado la víspera en Los Machucos. Froome cuenta ahora con 1.37 minutos de renta de cara a la etapa del sábado, con final en el Angliru.
Por delante de los favoritos, el flamenco Sander Armée (Lotto) ha sido el más fuerte de entre los escapados. Este viernes se disputa la decimonovena etapa, entre Caso y Gijón, con un recorrido de 149,7 kilómetros. Página especial de NAIZ.

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