Iñaki IRIONDO
GASTEIZ

El 155 es el «talón de Aquiles» del proyecto de presupuesto de PNV-PSE

El debate sobre el presupuesto para la CAV de 2018 podría haber sido una repetición del de hace seis meses para aprobar el de 2017, pero la aplicación del artículo 155 en Catalunya lo ha cambiado todo. El PNV lo pone como obstáculo para aprobar los PGE y el PP lo apunta, y EH Bildu no olvida que el PSE está en Lakua.

Puede entenderse como una mezcla entre el «efecto mariposa» y las hileras de fichas de dominó en las que la caída de una va tumbando las demás. La aplicación del artículo 155 de la Constitución para suspender la autonomía de Catalunya es en este momento el «talón de Aquiles» del proyecto de presupuesto para 2018 aprobado el martes por el Gobierno de PNV y PSE, pero que necesita de apoyo o la abstención de EH Bildu, Elkarrekin Podemos o el PP para poder salir adelante.

PNV y PSE repiten que el 155 está fuera de su Programa de Gobierno y habita en el reino de la libertad particular de cada uno de ambos partidos. Sin embargo, las fichas de dominó se tambalean poniendo en peligro las cuentas autonómicas.

Por un lado, en Madrid, el PNV asegura –lo dijo el portavoz en el Congreso, Aitor Esteban– que «no tiene mucho sentido» hablar con el Gobierno de Mariano Rajoy sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2018 con la aplicación del artículo 155 de la Constitución encima de la Mesa.

Esa pieza de dominó podría tirar la del apoyo del PP a las cuentas del Ejecutivo de Urkullu. Cabe recordar que fue la abstención del partido de Rajoy la que permitió al tándem PNV-PSE aprobar los presupuestos de 2017. El parlamentario derechistas Anton Damborenea recordó ayer que «no le debemos nada» al Gobierno autonómico y «no tenemos ninguna necesidad de votar un presupuesto de PNV y PSE. Quiso desligar las negociaciones de las cuentas del Estado y de la CAV, porque tampoco coincidirán en el tiempo, pero no dejó pasar la oportunidad de insistir en que «no somos una isla» y tampoco se puede pedir estabilidad mientras se «fomenta la inestabilidad» en el Estado español.

Que la aplicación del 155 impida al PNV acordar con el PP en Madrid, puede chocar con que se busque su apoyo en la CAV, pero lo hace aún más con que los jeltzales compartan gobiernos con el PSE que votará también a favor de suspender la autonomía de Catalunya.

Y es precisamente la presencia del PSE en el Gobierno de Lakua lo que –efecto Mariposa– puede condicionar la posición de EH Bildu e incluso la de Elkarrekin Podemos, además de las deficiencias que encuentran en el proyecto presupuestario.

Iriarte: «El PNV debe elegir»

En una primera valoración de las cuentas autonómicas, EH Bildu ha visto insuficiencias en materia de Educación, Salud, Políticas Sociales y Desarrollo Económico, según explicó su portavoz parlamentaria Maddalen Iriarte. Además, la formación se sintió engañada en la negociación de las cuentas de 2017, cuando asegura que hizo un ejercicio de «responsabilidad y voluntad de acuerdo» y se encontró con que el PNV ya tenía desde el inicio tomada la decisión de pactar con el PP.

En esta ocasión, Maddalen Iriarte anunció que su grupo volverá a reunirse con el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, para conocer cuál es su propuesta, pero EH Bildu sostiene que el PNV tendrá que «elegir entre los presupuestos del 155 y los presupuestos de la mayoría social, de la democracia y del derecho a decidir».

Iriarte no quiso adelantar si la mera presencia del PSE en el Gobierno de Lakua impide que EH Bildu vote un presupuesto de ese Ejecutivo. Dijo, a efectos meramente declarativos, que todavía es posible que en el Senado se oponga finalmente a la aplicación del 155.

PP: «No son nuestros»

El portavoz del PP en materia presupuestaria, Anton Damborenea, mezcló ayer la mano tendida al Gobierno PNV-PSE para volver a permitir la aprobación de sus cuentas y garantizar así la «estabilidad», con la crítica al proyecto presentado, la especificación de que «no son nuestros presupuestos» ni tienen «ninguna necesidad de aprobarlos».

Damborenea sostuvo también que el PNV tiene ante sí «dos modelos». Por un lado el del PP, que es el de la «estabilidad» y la «creación de riqueza y empleo». Por otro, el «populista e independentista», que ya se ve en Catalunya a dónde puede llevar.

El PP se ofrece para garantizar la estabilidad, pero deja claro que no le gusta la forma en la que está actuando el PNV. Y desde la repetición de que «no somos una isla», advierte de que lo que los jeltzales hagan con relación a Catalunya y a los Presupuestos Generales del Estado, influirá en su voto final.

EP: «Insuficientes»

En un primer análisis de los grandes números del presupuesto, Elkarrekin Podemos observa que las partidas crecen por debajo de las previsiones del PIB nominal para 2018. Su parlamentario Julen Bollain entiende que el acuerdo será difícil. EP ha pedido al PNV que rompa con el PSE por su apoyo al 155. En cuanto a si esto puede influir en la negociación, Bollain también quiso esperar a ver cómo evolucionan los acontecimientos antes de pronunciarse.