Ramon Sola
LLEIDA

De Lleida a Sijena, con la alevosía del 155 y la nocturnidad de la GC

Pasadas las 14.00, con el zumbido del helicóptero policial de fondo, ha salido del Museu de Lleida el camión que lleva dentro 44 (o 43, no está claro) obras religiosas que inicialmente estaban en el convento oscense de Sijena y la Generalitat compró entre los 80 y 90. Tras la decisión judicial favorable a Huesca, el 155 ha abierto el camino a lo que Catalunya denuncia como «expolio».

La salida de las piezas desde Catalunya hasta Huesca se ha producido tras casi doce horas de intervención de la Guardia Civil en el Museu ilerdense, arropada en el exterior por un despliegue formidable de los Mossos d’Esquadra, que han hecho una pequeña carga a primera de la mañana y han grabado a los centenares de concentrados en señal de protesta. NAIZ también ha estado allí.

La salida final del camión se ha producido sin incidentes dado que desde la noche anterior todas las calles que llevan al Museu se habían ido acordonando. Como detalle, en la entrada principal, a la que lleva curiosamente la Rambla D’Aragó„ había a mediodía once furgonetas de los Mossos. Su intervención ha sido contestada con gritos puntuales como «Mercenarios del 155». Las iras populares se han centrado también en los medios españoles, acusados insistentemente de «manipulación», y en el alcalde de Lleida y presidente del PSC, Angel Ros, que acudió a medianoche al Museu para reflejar su disconformidad con la decisión pero ha sido señalado como «traidor» por su apoyo al 155.

Y es que es ahí donde se sitúa la clave del asunto. El litigio judicial por las obras de arte religioso que inicialmente estuvieron en Sijena (Sixena en catalán) es antiguo, pero su resolución se ha acelerado tremendamente tras la invasión de la autonomía. Y es que el ministro de Educación español, Iñigo Méndez de Vigo –convertido de facto por el 155 en responsable también de lo que él llama «Generalidad»–, ha dado por buena una resolución de noviembre y ha abierto la puerta a este traslado sin poner oposición ni esperar a los recursos en marcha.

Los representantes del Museu decían esperar la llegada de la Guardia Civil y los técnicos en conservación artística hoy a las 8.00, pero al final el operativo se ha iniciado a las 3.00 de la madrugada. A medianoche se habian concentrado allí personas llamadas por los Comités de Defensa de la República, en una acción de resistencia que apoyaba la CUP. A las 7.30 se han vuelto a activar los CDR y es en ese momento cuando los Mossos han cargado a empujones y algún porrazo, sin detenciones pero sí practicando identificaciones.

«Ni olvido ni perdón», era uno de los lemas que se han coreado durante la mañana ante los cordones policiales, así como «Que se besen, que se besen» para denunciar la cooperación Guardia Civil-Mossos, ahora bajo el mismo mando: el Gobierno español.

Directores de otros museos catalanes también han acudido a Lleida en señal de solidaridad con su Museu. Y una docena de trabajadores, algunas con sus batas blancas, han salido a la calle tras marcharse el camión para aplaudir la denuncia popular. Las obras ya van camino de Huesca, desde donde se denuncia que no llegarán 44 piezas, sino 43, porque una se habría extraviado.