Manex ALTUNA @manexaltuna
BILBO

La Fiscalía reconoce la libertad de expresión y el derecho a informar sobre «Ugarteko» y la muerte de Iñigo Cabacas

El juicio por la demanda de «Ugarteko» contra GARA, NAIZ y la abogada de la familia Cabacas ha quedado visto para sentencia. El director del diario, Iñaki Soto, ha defendido que los medios tienen el derecho y la obligación de informar. La Fiscalía ha considerado que los audios difundidos están amparados por el derecho a la información aunque ha reclamado una indemnización de 13.000 euros para «Ugarteko» al entender que en algunas informaciones se vulneró la presunción de inocencia.

Concentración ante los Juzgados de Bilbo. (ARGAZKI PRESS)
Concentración ante los Juzgados de Bilbo. (ARGAZKI PRESS)

El director de GARA, Iñaki Soto, ha afirmado en las declaraciones realizadas tras finalizar la vista por la demanda de «Ugarteko» que ha quedado evidenciado que se estaba juzgando la libertad de expresión y la libertad de prensa porque «a un mando policial no le convenía que se publicara determinada información». Soto ha señalado que el Gobierno de Lakua tiene un «problema» con una «cultura policial» que corresponde «a tiempos pasados» y ha dicho que cree que son conscientes de ello. «Juicios como el de hoy demuestran la visión que tienen esos policias sobre los derechos y la lbertad de prensa», ha añadido.

En la reflexión realizada tras la vista ha añadido que «esta sociedad tiene una deuda» con la familia de Iñigo Cabacas porque «lo que han vivido es cruel» y necesitan «verdad, justicia y reparación».

«Juicio paralelo» contra «Ugarteko»

El abogado de «Ugarteko» ha tratado de justificar la demanda argumentando que el diario GARA y NAIZ y la abogada Jone Goirizelaia han intentado realizar un «juicio paralelo» contra su defendido con las informaciones publicadas y declaraciones realizadas por la letrada de la familia Cabacas en una rueda de prensa. Ha reclamado una indemnización de 250.000 euros para su defendido porque la ciudadanía cree que es culpable de la muerte de Cabacas y ha aludido, como prueba de ello, a la concentración realizada por la plataforma Iñigo Gogoan antes de iniciar la vista. Ha asegurado que «Ugarteko» es «víctima de una campaña de desprestigio y linchamiento mediático».

En su declaración ante el tribunal, «Ugarteko» ha afirmado que «no tengo nada que ver con el homicidio» de Cabacas y ha insistido en que se «derrumbó» tras la publicación de las comunicaciones en NAIZ en las que se le escuchaba ordenar «entren con todo» a la herriko. Esa frase ha sido citada por su abogado en las conclusiones con el argumento de que hasta grupos de música lo han introducido en canciones responsabilizando a «Ugarteko» de la muerte de Cabacas.

En la demanda, «Ugarteko» argumenta que cayó en una depresión que hasta le imposibilitaba realizar actividades de buceo. Sin embargo, ha reconocido a preguntas de los letrados de NAIZ y GARA que ha seguido practicando buceo durante todos estos años porque «se aísla de la realidad».

En sus explicaciones ha reconocido que no ha estado de baja durante el año y medio que ha recibido tratamiento sicológico, entre abril de 2013 y octubre de 2014. En este sentido, los propios médicos que le han tratado durante ese periodo han señalado que no presentaba un «cuadro grave» de trastorno ansioso-depresivo. Han añadido que desde que recibió el alta en 2014 no ha vuelto a recibir tratamiento.

A preguntas del abogado de GARA, Jon Usobiaga, «Ugarteko» ha dicho que tras la muerte de Cabacas esuvo unos días triste, pero que la depresión surgió a raiz de publicarse los audios en NAIZ.

Los audios no están manipulados

El juicio ha arrancado con la escucha de las comunicaciones de la Ertzaintza y una llamada a SOS Deiak de la noche en la que falleció Iñigo Cabacas por un pelotazo. En ellas se escucha en repetidas ocasiones a «Ugarteko» ordenando entrar en la herriko a pesar de que agentes desplazados en el lugar le dicen que la «situación está controlada». Incluso, en la llamada de SOS Deiak dan cuenta de una pelea y dicen que los participantes se han marchado por la calle Licenciado Poza y «Ugarteko» insiste en ordenar entrar en la herriko, lugar en el que recibió Cabacas el pelotazo.

«Ugarteko» dice que están manipulados para tratar de responsabilizarle de la muerte, pero hasta la propia Fiscalía ha señalado que no son un «montaje» y ha reconocido el derecho de GARA y NAIZ de publicarlos porque están amparados por «el derecho a la información» frente a la «vulneración del derecho al honor» que argumenta «Ugarteko».

Iñaki Soto ha defendido que contrastaron los audios y que los publicaron para esclarecer lo ocurrido y establecer responsabilidades en la cadena de mando. Ha añadido que como periodista no tiene por qué revelar sus fuentes, pero ha dejado claro que no fue la abogada Jone Goirizelaia la que les hizo llegar esos audios, acusación que realizaba «Ugarteko» contra la letrada.

Revelación de identidad

Sobre la revelación de la identidad de «Ugarteko» de la que acusaba al periodista Iñaki Iriondo, éste ha explicado que el número de placa del agente de la Ertzaintza se publicó primero en el diario ‘El Correo’ y que él recurrió al boletín oficial de la CAV para conocer el nombre y apellidos. Ha dicho que fue el propio Gobierno de Gasteiz el que dio a conocer las identidades de los mandos de la Ertzaintza.

En este aspecto, la Fiscalía ha asegurado que entiende que la revelación de la identidad de «Ugarteko» también forma parte de el «derecho a la libre información» por ser de relevancia pública.

Sobre las acusaciones contra la abogada Jone Goirizelaia por realizar unas declaraciones en una rueda de prensa en la que la familia Cabacas reclamaba imputar a «Ugarteko» en la causa abierta por la muerte del aficionado del Athletic, ha señalado que considera que entran dentro de la libertad de expresión y de su labor profesional.

La Fiscalía ha defendido en sus conclusiones una indemnización de 13.000 euros para «Ugarteko» por el periodo en el que recibió tratamiento sicológico y por unos artículos publicados en NAIZ en los que, según su opinión, no se respetó la «presunción de inocencia» de «Ugarteko.