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WASHINGTON

Cuarta responsable de comunicación que abandona la Casa Blanca

La Casa Blanca vuelve a quedar sin responsable de comunicación por cuarta vez en el mandato de Donald Trump tras la dimisión de Hope Hicks, una de las personas más cercanas al presidente. La marcha de Hicks se produce poco después de su declaración ante el Congreso por el caso de la supuesta injerencia rusa, aunque la Casa Blanca negó cualquier relación. Se suma así a una larga lista de colaboradores que abandonan la Administración de Trump.

Hope Hicks, una de las más cercanas colaboradoras del presidente de EEUU, Donald Trump, dejará su puesto como directora de comunicaciones de la Casa Blanca, en una nueva deserción en el seno del gobierno estadounidense. La joven, que se volvió una figura clave de la campaña del magnate tras sumarse desde el principio sin ninguna experiencia política, ocupaba el cargo desde setiembre.

La dimisión de Hicks se produce un día después de su comparecencia a puerta cerrada en el Congreso en una audiencia sobre la posible injerencia de Rusia en la elección de Trump. Ante la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes la directora de comunicaciones del presidente se limitó a responder preguntas previamente aprobadas, si bien reconoció a los legisladores haber dicho «mentiras piadosas« en favor del presidente

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, descartó, sin embargo, que la decisión de Hicks esté vinculada a este tema, y señaló que su partida se producirá «en algún momento en las próximas semanas».

Discreta –rechazaba sistemáticamente las solicitudes de entrevistas– pero influyente tras bambalinas, esta exmodelo que había trabajado para la hija del presidente Ivanka Trump en Nueva York se había convertido en confidente del mandatario.

El puesto de director de comunicaciones está tradicionalmente menos expuesto que el de portavoz, verdadero rostro del ejecutivo estadounidense que Sanders ocupa desde la partida de Sean Spicer en julio.

Hicks fue la cuarta persona en ocupar el cargo de director de comunicaciones después de Anthony Scaramucci, un personaje que sorprendió con su lenguaje soez y que tuvo un fugaz paso a finales de julio.

Su partida se suma además a una larga lista de deserciones del gobierno de Trump, que incluyen al exestratega Steve Bannon, al exjefe de gabinete Reince Priebus, al exconsejero de seguridad nacional Michael Flynn y al exsecretario de Salud, Tom Price, entre otros.

Hicks, que gestionó los mensajes estratégicos para las prioridades de la administración Trump, como la aprobación de la reforma fiscal, había mantenido un bajo perfil hasta que a principios de mes Rob Porter, un alto asesor de Trump y pareja de Hicks, se vio envuelto en un escándalo de violencia machista.

 

Trump y varias empresas se distancian del NRA

Donald Trump se distanció de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA), con la que mantiene una estrecha relación desde su campaña electoral. En una reunión con un grupo de congresistas, Trump reiteró su voluntad de aumentar de 18 a 21 años la edad mínima para comprar rifles semiautomáticos bajo la ley federal, una propuesta a la que la NRA se opone. También se opuso a incluir una de las prioridades de ese grupo en el proyecto de ley sobre armas que, a su juicio, debe aprobar cuanto antes el Congreso. «Algunos de ustedes están petrificados de (miedo de) la NRA, y no pueden estarlo», criticó Trump a los electos. A la vez, la presión sobre las empresas estadounidenses, ha hecho que algunas de ellas hayan dado pequeños pasos. Walmart ha elevado la edad de ventas de armas y municiones a 21 años, «teniendo en cuenta los sucesos recientes». Tampoco lo hará Dick's Sporting Goods, que dejará de vender fusiles semiautomáticos. Otras empresas han puesto fin a ventajas que ofrecían a los miembros del NRA.GARA