Dabid LAZKANOITURBURU

Moscú apunta al chantaje de EEUU mientras siguen las expulsiones

Ante un goteo de expulsiones de diplomáticos rusos que no cesa e implica a cada vez más países, Rusia ve la mano de Washington y anuncia represalias similares, mientras espera el regreso de Siberia a Moscú de Putin. Londres reivindica un giro en las relaciones de Occidente con Moscú. La prensa rusa habla ya de Guerra Fría.

Moscú atribuyó a «presiones y chantaje» de EEUU la masiva expulsión de diplomáticos rusos decidida por más de una veintena de países occidentales en represalia por el envenenamiento en Gran Bretaña del agente doble ruso Serguei Skripal y su hija. «Cuando nos piden que salgan de algún país uno o dos de nuestros diplomáticos mientras nos susurran disculpas al oído, sabemos que es resultado de un chantaje colosal, que ahora lamentablemente es el principal instrumento de Washington en la arena internacional» afirmó el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov.

Mientras se siguen sumando nuevos países a la larga lista de los que anunciaron el lunes la expulsión de diplomáticos rusos, Moscú aún no ha decidido cuál será su respuesta, pero ha advertido de que está en ello.

«Responderemos, no lo duden, nadie quiere aguantar groserías como esas», dijo Lavrov.

El Kremlin anunció que será el presidente ruso, Vladimir Putin, quien decida finalmente la respuesta rusa. Putin se encontraba ayer en la ciudad siberiana de Kemerovo tratando de apagar el «fuego» de la indignación popular que ha causado el voraz incendio que el domingo arrasó un centro comercial y se llevó las vidas de 64 personas,

Momento inoportuno

Algunos responsables rusos se han mostrado ofendidos por el momento elegido para castigar a Rusia. «En este momento, cuando los rusos lloran a las víctimas, esos políticos (occidentales) ponen más énfasis en anunciar nuevas acciones hostiles. Nosotros siempre hemos compartido el dolor de los pueblos europeos o estadounidense cuando la desgracia ha llamado a sus puertas. Es difícil de creer y será más difícil de olvidar», advirtió la portavoz de la cancillería rusa, María Zajarova.

El ministro británico de Exteriores, Boris Johnson, anunció radiante un giro en las relaciones de Occidente con Rusia «liderado» por Londres. Australia e Irlanda anunciaron respectivamente la expulsión de dos y un diplomático. Islandia ha anunciado un boicot diplomático al Mundial de Fútbol de Rusia.

Guerra Fría

La prensa rusa coincidía en que la crisis sitúa las relaciones Occidente-Rusia en una nueva «guerra fría». Todos coincidían en augurar un agravamiento de la crisis, incluso nuevas sanciones económicas. Alguno, como la opositora radio Echo Moskvy, introducía una lectura no menos alarmante pero interesante al recordar que «cuanto peor es la relación entre Rusia y Occidente, tanto mejor para Putin. Si estás bajo asedio, tienes que estar constantemente provocando más ataques (...) si no, tu legitimidad está perdida».

 

La expulsión de diplomáticos, ¿una nueva espina en las relaciones entre Trump y Putin?

Trump ha autorizado «la más importante» expulsión de diplomáticos rusos –60 «espías»– de la historia de EEUU pero esta decisión no tiene por qué significar el fin de sus relaciones con Putin.

A primera vista, el presidente estadounidense da un giro de 180 grados tras haber intentado en su ya largo año de mandato una aproximación al Kremlin, pese a las acusaciones de colusión entre su equipo de campaña y Moscú para facilitar su triunfo en las elecciones de 2016.

En la misma línea, la Administración Trump ha sancionado recientemente a responsables rusos a los que acusa de dirigir una vasta campaña de desinformación desde Rusia.

Sin embargo, y pese a que el equipo del presidente insiste en la implicación total de Trump en estas deciciones, este guardaba un elocuente silencio en su cuenta de Twitter. La diferencia de acento entre Trump y su Gobierno para con Rusia y expedientes como Crimea y Ucrania es evidente. Así, y pese a que le insistieron en que no felicitara a Putin tras su apabullante victoria electoral, Trump desoyó la nota-mensaje, con mayúsculas en su mesa.

Trump siempre ha defendido que «entenderse con Rusia es bueno, no malo», y ha insistido en que esa colaboración puede dar frutos en cuestiones como Corea del Norte, Siria, el ISIS, Irán y la carrera de armamentos.

En diciembre, reivindicó la colaboración de sus servicios secretos para frustrar un atentado yihadista en San Petersburgo. Putin le agradeció «las informaciones transmitidas por la CIA».

En noviembre, aseguró que creía al presidente ruso cuando desmiente injerencia electoral rusa alguna.

En julio, evocó en una entrevista con Putin la creación de un centro conjunto de «ciberseguridad». Trump siempre ha reprochado a sus predecesores (Obama y Bush) no haber acertado con la «alquimia» para tratar con Putin. Una alquimia que quizás no baste a tenor de las represalias que anuncia el Kremlin. «¿Qué consulado americano cerraría usted en Rusia si tuviera que tomar esa decisión?, le inquirió en Twitter la embajada rusa. A. BEATTY (AFP)