GARA
CIUDAD DE GAZA

Israel vuelve a emplear munición real contra los palestinos en Gaza

Pese a las críticas de la ONU y de la Unión Europea, que reclamaron una «investigación independiente» sobre el uso de balas reales el 30 de marzo contra manifestantes palestinos en la Franja de Gaza, el Ejército israelí volvió a emplear ayer munición real y aviones para arrojar gases lacrimógenos contra quienes exigían cerca de la valla fronteriza el derecho de retorno de los refugiados y el fin del férreo bloqueo israelí. Al menos ocho palestinos fallecieron.

Al menos ocho palestinos, uno de ellos un adolescente de 14 años, murieron ayer y más de 920 resultaron heridos por impacto de bala e inhalación de gases lacrimógenos durante las protestas convocadas cerca de la valla de separación con Israel para exigir el retorno de los 700.000 refugiados palestinos y sus descendientes expulsados de sus tierras tras 1948 y denunciar el férreo bloqueo israelí. Entre los heridos figuraba un fotoperiodista de la agencia EPA que cubría las manifestaciones.

Como ocurriera hace una semana, aviones israelíes volvieron a arrojar gases lacrimógenos contra los manifestantes a lo largo de la Franja, mientras que soldados dispararon fuego real a pesar de las duras críticas recibidas tras el mortífero saldo de víctimas mortales registrado el viernes 30 de marzo, cuando murieron por bala 19 palestinos.

Jóvenes usaron camisetas, mascarillas y otros artilugios para intentar protegerse. El Ejército desplegó francotiradores en su lado de la valla.

El miércoles, la ONU urgió a Israel e «extremar las precauciones en el uso de la fuerza para evitar víctimas». «Hago mi llamamiento a todos los involucrados para que se abstengan de cualquier acto que pueda derivar en más violencia o poner a civiles en riesgo, especialmente a los niños», manifestó en un comunicado el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. «Los civiles deben poder ejercer su derecho a manifestarse pacíficamente», destacó.

La organización no gubernamental israelí B'Tselem también se sumó a las voces contra el uso de la violencia por parte del Ejército y a las peticiones para evitar otro baño de sangre. «Una orden que permite abrir fuego contra civiles desarmados es absolutamente ilegal. La responsabilidad de emitir estas órdenes ilegales y sus consecuencias letales recaen sobre los responsables políticos, y ante todo el primer ministro, el ministro de Defensa y el jefe del Ejército», destacó en la presentación de la campaña. «Lo siento comandante, no puedo disparar». Recalcó que «el uso de fuego real contra personas desarmadas que no suponen un peligro para nadie es ilegal», al tiempo que reiteró que «no es permisible ordenar a los soldados que abran fuego contra personas que se acerquen a la valla, la dañen o intenten cruzarla».

«Obviamente, el Ejército está autorizado a evitar estas acciones e incluso detener a las personas que intenten llevarlas a cabo, pero usar fuego real únicamente con estos argumentos está absolutamente prohibido», insistió.

Haciendo caso omiso a los llamamientos de organizaciones de defensa de los derechos humanos y de la propia ONU, el jueves, estamentos militares advirtieron que sus consignas de tiro aplicadas en la frontera con la Franja de Gaza seguían siendo las mismas.

El Ejército declaró «zona militar cerrada el área adyacente a Gaza» e insistió en que «no permitirá ninguna violación de la infraestructura de seguridad y la valla que protegen a los civiles israelíes. Las tropas del Ejército están respondiendo con medios antidisturbios y disparan de acuerdo a las reglas de enfrentamiento», subrayó.

Palestinos bautizaron la jornada de ayer como «Viernes de los Neumáticos», dado que los manifestantes prendieron miles de ellos en la frontera, provocando una enorme nube de humo negro con el fin de impedir la buena visibilidad de los francotiradores israelíes y evitar que disparasen munición real contra los manifestantes.

Los soldados intentaron rociar con mangueras los neumáticos ardiendo que cayeron a su lado de la frontera.

Hamas remarcó el carácter pacífico de las movilizaciones. «Hoy –por ayer– mandamos un mensaje de que nuestra lucha es sin armas y esperaremos a ver si el mundo recibe el mensaje y presiona a Israel para que pare sus crímenes», declaró el veterano líder Mahmud al Zahar ante la prensa en el este de Gaza capital, donde se levantó uno de los cinco campamentos de protesta. «Si el mundo no lo hace, entonces nos veremos obligados a usar las armas».

El portavoz del movimiento islamista Hazem Qassem instó a los manifestantes a que las protestas se mantengan pacíficas. «Mantener la naturaleza pacífica de las protestas acabará con toda la frágil propaganda sionista», subrayó.

Desde que comenzó la Gran Marcha del Retorno han fallecido más de una veintena palestinos en las protestas, que finalizarán el próximo 15 de mayo, fecha en la que se conmemorará el 70 aniversario de la Nakba o la «catástrofe», cuando se creó el Estado de Israel.

 

Relatores de la ONU y el CICR denuncian la violencia israelí

La ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) condenaron ayer la violencia utilizada por las fuerzas israelíes para reprimir las movilizaciones palestinas en la Franja de Gaza. La relatora para ejecuciones extrajudiciales, Agnès Callamard; la responsable de derecho a una vivienda adecuada, Leilani Farha; el relator de promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión, David Kaye; y el encargado de analizar la situación de Derechos Humanos en los Territorios Palestinos ocupados, Michael Lynk, consideraron que la actuación israelí fue desproporcionada.

«El Derecho Internacional establece prohibiciones estrictas sobre el uso de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad», advirtieron los firmantes, que recordaron que varios de los muertos y heridos presentaban heridas de bala en la parte superior del cuerpo pese a que se encontraban a una distancia considerable de los militares. Criticaron la decisión del Ministerio de Defensa de rechazar cualquier investigación sobre la actuación de los militares, en la medida en que «no hay pruebas que sugieran que las vidas de los equipos de seguridad, fuertemente armados, corriese peligro».

El responsable en funciones de la subdelegación del CICR en Gaza, Fabrice Edouard, insistió en que «la fuerza letal solo puede usarse como último recurso y cuando es estrictamente inevitable para proteger vidas».GARA