Aimar ETXEBERRIA
DONOSTIA

Del M5S-Lega a la tecnocracia para acabar de nuevo en las urnas

En contra de lo que el escritor Ennio Flaiano afirma en su cita, la situación política italiana es grave y seria. Las provocaciones de unos y los vetos de otros han dinamitado el Gobierno M5S-Lega antes incluso de que echara a andar. Con el encargo de Sergio Mattarella a Carlos Cottarelli condenado a fracasar, Italia se ve abocada a nuevas elecciones.

Lo construido en 80 días se esfuma en escasas horas. Es el resumen del impredecible escenario postelectoral italiano, una historia inverosímil que sorprende en cada capítulo. El último, el protagonizado por Sergio Mattarella, Guiseppe Conte y Paolo Savona –con Luigi Di Maio (M5S) y Matteo Salvini (Lega) como actores secundarios de lujo– da como para un film del cineasta Paolo Sorrentino.

Todo comienza este pasado domingo por la tarde, cuando el presidente de la República –Mattarella– cita al hasta entonces encargado de formar Gobierno –Conte– en el Palacio Quirinale de Roma, residencia oficial de la Jefatura del Estado. Es al término de la reunión cuando salta la sorpresa: el jurista y profesor renuncia al encargo de formar Gobierno. Al parecer, la candidatura del euroescéptico Paolo Savona como ministro de Economía es lo que dinamita el proceso de formación del nuevo Ejecutivo.

¿Pero quién es Savona y por qué lo veta Mattarella? Este economista de 81 años es un confeso euroescéptico que se ha mostrado abiertamente contrario al Tratado de Maastricht, uno de los tratados fundacionales de la Unión Europea. En su último libro define la moneda única como la «jaula alemana», y advierte de que «necesitamos tener un plan B para deshacernos del euro […] la otra alternativa es terminar como Grecia». Es más, añade que Alemania «no ha cambiado su idea sobre su rol en Europa tras el fin del nazismo, aunque sí abandonó la idea de imponerse militarmente».

Aun a sabiendas del posible veto del presidente de la República, ni Di Maio ni Salvini –principal valedor de Savona– dieron su brazo a torcer, forzando a un presionado Mattarella a tomar la decisión.

La pataleta de M5S y Lega

Di Maio y Salvini no tardaron en saltar a la palestra. Lo hicieron con un enfado notorio, despotricando a diestro y siniestro. El líder de los grillini llegó a plantear la opción del impeachment contra Mattarella, a quien considera un «traidor», y varios líderes de la formación se apresuraron a intervenir en directo en programas de radio y televisión. «[En Italia] uno puede ser un criminal convicto por fraude fiscal... pero si has criticado al euro y a Europa no puedes ser ministro», escribió el líder del M5S en su muro de Facebook. Como último movimiento, Di Maio está tratando de movilizar a los simpatizantes del partido de cara a una manifestación anti-Mattarella que se prevé para este próximo sábado, Día de la República, en Roma. Salvini, por su parte, criticó al establishment del país y a las fuerzas extranjeras de lo ocurrido: «Quienes han dicho ‘no’ a este Gobierno han sido los señores de Alemania y Francia. Si el Gobierno venidero va a estar condicionado por las amenazas de Europa la Lega no será parte del mismo».

Mattarella, en su defensa, alegó que el cargo de ministro de Economía «manda señales de tranquilidad o alarma» a los mercados y, cogiendo el toro por los cuernos, afirmó que la permanencia de Italia en la eurozona es «fundamental. Quien quiera que Italia abandone el euro que lo diga abiertamente, que no se esconda detrás de ningún ministro».

Nuevo actor, la historia sigue

Fue el mismo domingo cuando un nuevo actor entró en acción: Carlo Cottarelli. Ex alto cargo del FMI, recibió –y aceptó– ayer oficialmente el encargo de Mattarella para formar un Gobierno. Conocido como ‘Mr. Tijeras’ por su fama de austero en materia económica, ejerció de asesor en el Gobierno tecnócrata de Mario Monti y en el de Matteo Renzi.

Con un perfil totalmente opuesto al de Savona, el de Cottarelli sería un Ejecutivo de transición, un Gobierno condenado a no durar, que tendría como única misión la de guiar al país hacia una nueva cita electoral. Y es que en Italia no hay duda de que, tarde o temprano, tendrán que volver a las urnas. La pregunta es cuándo. Tanto M5S como la Lega, que ya han adelantado que no respaldarán el Gobierno tecnócrata de Cottarelli, lo quieren hacer lo antes posible. Tienen un argumento muy bien construido: se esforzaron para llegar a un acuerdo y no les han dejado gobernar. Y hasta las encuestas están de su parte.

Por contra, Cottarelli quiere mantenerse al frente del Consejo de Ministros hasta principios de 2019. Ayer, en rueda de prensa, afirmó que no desea perpetuarse en el poder. Una vez en el cargo, llevará la ley de Presupuestos al Parlamento, con la promesa de convocar elecciones en el plazo de unos meses. Pero lo más probable es que su propuesta sea rechazada, ya que el M5S y la Lega cuentan con mayoría en las cámaras. Así, Italia podría volver de nuevo a las urnas después de agosto.