Los salarios más modestos han quedado al margen de la recuperación económica. Así lo indica el Informe Anual 2017, presentado ayer por el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, en una rueda de prensa ofrecida junto al viceconsejero de Economía, Finanzas y Presupuestos, Alberto Alberdi, y al director de Economía y Planificación, Jordi Campàs.

Este último explicó que el 10% de las personas con salarios más bajos han visto reducir sus salarios un 4,5% entre los años 2008 y 2016, mientras que el 10% de los que reciben salarios más altos han visto cómo estos han crecido un 10,6%. «Se ha incrementado así la brecha que existe entre los extremos a nivel retributivo en la escala del mercado laboral», apuntó.

Y advirtió de que, desde el estallido de la crisis, la evolución de los salarios ha sido «muy desigual» en función de la edad de las personas asalariadas. Para los menores de 25 años la caída del salario medio ha sido del 21%, y para las personas de entre 25 y 34 años se ha estancado. Solo han visto aumentar su sueldo los trabajadores de entre 35 y 44 años y los mayores de 55.

También apuntó que durante estos años se ha incrementado en más de 1.000 euros la brecha de género. Según indicó, esto se debe, en parte, a una mayor concentración de mujeres en el sector servicios, que cuenta con menores salarios. Cabe señalar que la terciarización de la economía es una de las causas que está detrás de la pérdida de poder adquisitivo.

En este sentido, Campàs indicó que en el periodo 2008-2016 el salario medio por trabajador aumentó un 7,6%, mientras que el IPC lo hizo un 9,2%, lo que se traduce en una caída de un punto y medio en el salario real. No obstante, Alberdi se mostró confiado de cara al futuro, ya que el Ejecutivo autonómico prevé que este curso se dé un aumento en el número de convenios colectivos, lo que debería repercutir en una mejora de los salarios.

Previsiones de Lakua

En cuanto a las previsiones macroeconómicas, Azpiazu alertó de que en el primer trimestre de 2018 el PIB creció un 2,8%, «lo que representa una pequeña desaceleración» que se intensificaría en los próximos años. En 2019 crecerá un 2,3% y un 2% en 2020. «De forma consecuente con ello, la expansión del empleo cedería primero hasta una tasa del 1,4% y luego al 1% en 2020, año en el que la tasa de paro se situará en el 9,6%».

Por otro lado, el Informe Laboral de Euskadi del segundo trimestre, publicado ayer por la UPV-EHU, apunta que «la ocupación, el desempleo y la inactividad avanzan en la dirección adecuada hacia un mercado laboral vasco más dinámico».