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Donostia

Los socorristas creen que los servicios mínimos han dejado sin eficacia al paro

Los socorristas guipuzcoanos, que concluyen hoy sus tres días de huelga en demanda de «profesionalizar» el colectivo, han señalado que los Ayuntamientos y la Cruz Roja «se ríen de ellos» ya que los servicios mínimos del 80% establecidos por Lakua han «garantizado» el servicio y han dejado sin eficacia a los paros.

El socorrista Jon Gorospe ha comparecido en la playa de Ondarreta, donde ha participado en una de las concentraciones que han llevado a cabo en los tres días de huelga convocada por ELA, un paro que ha tenido un seguimiento «del 100%», han indicado fuentes del sindicato.

Unos servicios mínimos del 80% «son una vergüenza si se tiene en cuenta que los establecidos durante el paro en Sanidad fueron del 75%», ha señalado Gorospe, quien ha considerado que Cruz Roja, encargada de gestionar el servicio, y los ayuntamientos «se están riendo» del colectivo porque «el trabajo está saliendo adelante».

Mañana los socorristas guipuzcoanos, alrededor de un centenar, celebrarán una asamblea en para evaluar el impacto de la iniciativa, aunque Gorospe ha señalado que «no cree que se decida continuar con el paro» porque los servicios mínimos establecidos le restan eficacia.

En este sentido, ha abundado en que muchos usuarios de las playas guipuzcoanas «ni se han enterado» porque el número de socorristas en algunas de ellas «ha sido similar al de un día normal».

Desde el pasado domingo en los arenales guipuzcoanos ha ondeado la bandera roja o amarilla para advertir a los bañistas de que los socorristas están en huelga, un periodo en el que no ha habido contactos «ni con Cruz Roja ni con el Ayuntamiento de Donostia, aunque sí se han interesado por la situación algunos consistorios guipuzcoanos», según ha relatado Gorospe.

Ha insistido en que el propósito de la protesta es reivindicar los derechos «no sólo de los socorristas, sino también de surfistas y bañistas».

Los socorristas guipuzcoanos reclaman mejoras salariales, ser reconocidos como fijos discontinuos y que los ayuntamientos garanticen la subrogación de las plantillas sea quien sea la encargada de prestar el servicio.