Durante su intervención en la asamblea de Gazte Moreak con la que Podemos Euskadi ha dado inicio en Bilbo al nuevo curso político, Lander Martínez ha apostado por hablar de los problemas «reales» de la sociedad, frente a quienes tratan de «imponer una agenda política ajena» basada en Catalunya, los «supuestos pactos históricos entre PNV y EH Bildu o sobre lo bien que lo hacen PNV y PSE en el Gobierno».

El secretario general ha criticado los «monólogos autocomplacientes» de PNV y EH Bildu en autogobierno y la «irrelevancia» del PSE en el Ejecutivo de Lakua

Ha criticado que tanto EH Bildu como PSE, «la autodenominada izquierda de este país», hayan «renunciado» a serlo, cuestión que ha atribuido a una «crisis de prioridades» que les lleva a disputarse el papel «de muleta del PNV».

«El PSE está muy nervioso y solo piensa en las urnas. Buscarán descalificarnos, pero su tiempo en Euskadi ha pasado y solo les queda tratar de subsistir como apéndices del PNV», ha augurado.

Ha reprochado a EH Bildu que esté dispuesto a «sacrificar lo social en el altar de lo nacional» mientras su líder, Arnaldo Otegi, apela a «sincronizar los relojes vasco y catalán» como «colofón a meses en que no ha parado de felicitarse por acuerdos entre fuerzas nacionalistas en clave identitaria, y llama a formar gobiernos con el PNV».

«Una alianza que se basa exclusivamente en una cuestión nacional e identitaria, marginando las cuestiones sociales. Sinceramente, les recomendaría que no se esfuercen mucho en llamarnos para sumar a Podemos a tal embarcada porque pierden el tiempo y tenemos muy claro que no vamos a caer en el error», ha afirmado.

«La única oposición y alternativa al PNV»

Martínez considera que Podemos representa actualmente la «única fuerza política que planta cara» al PNV y supone la «única oposición de izquierdas que queda ante las políticas represivas» de los jeltzales.

De cara al nuevo curso político, ha apostado por ser «implacables con el PNV» y «sacarle los colores» con la reforma de la RGI, las políticas de empleo o con su «inexistente compromiso» con la igualdad entre mujeres y hombres.