Isidro ESNAOLA

Los bancos centrales estudian el modo de emitir dinero digital

Cada vez se usa menos el dinero en efectivo, a veces por la desidia de los bancos privados. Por ello, el Banco Central de Suecia estudia crear una moneda digital, «e-krona», con el objeto de complementar el sistema de pagos desde su vocación de servicio público.

El dinero en efectivo cada vez se usa menos en todo el mundo. El desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación ha puesto en manos de cada persona un pequeño ordenador permanentemente conectado que permite cada vez más operaciones, incluso hasta dar limosna. Los medios de pago electrónico están relegando a las monedas y los billetes físicos. Y, con este desplazamiento, el dinero está perdiendo una de sus características más relevantes: el anonimato.

Cada vez es más fácil conocer el camino recorrido por nuestro dinero, lo que proporciona cantidad de datos cada vez mayor sobre su origen, pero también sobre el modo en que se gasta, lo que abre un campo muy interesante a las plataformas tecnológicas como Apple o Amazon. De hecho, este mismo mes, por ejemplo, Google ha conseguido en Irlanda la autorización para operar como una entidad de pago en toda la Unión Europea. Un estatus que le permitirá gestionar tarjetas de crédito, transferencias de dinero online y operaciones de cambio de divisa. De este modo, amplía sus competencias financieras tras haber obtenido hace dos años una licencia IBC para gestionar dinero electrónico. Así pues, excepto captar depósitos, podrá realizar todo tipo de operaciones.

Los cambios de costumbres y las cada vez más completas ofertas de servicios de las plataformas tecnológicas están arrinconando al dinero físico, pero también está aportando su granito de arena la lucha contra la evasión fiscal, la corrupción y el lavado de dinero negro. En el Estado español, por ejemplo, la Ley 7/2012 del 29 de octubre, introdujo en su artículo 7 un límite de 2.500 euros a los pagos en efectivo, entre los que se incluían también los cheques bancarios u otros medios de pago al portador. Medidas similares se han tomado asimismo en otros países para controlar el flujo de dinero negro. Sin embargo, el Gobierno español no impulsó al mismo tiempo ningún medio de pago público para hacer efectiva la medida, dejando en manos de las entidades privadas la gestión de estos abonos por medios electrónicos o tarjetas. Los bancos y las empresas de servicios financieros ampliaron su oferta para ofrecer servicios de pago electrónico y cobrar comisiones a cuenta de una regulación impuesta por el Estado. Una situación que no es del agrado de muchas personas que ven cómo, además de cobrar comisiones, los bancos acumulan cada vez más información personal de los usuarios.

La falta de efectivo

La cesión de los medios de pago a la iniciativa privada tiene otros problemas, tal y como ha detectado el Banco Central de Suecia, el Sveriges Riksbank. Un banco con historia, pues fue el primero, hace ya 350 años, que emitió los billetes modernos, aunque no fue hasta 1904 cuando asumió el monopolio de emisión de moneda. Sin embargo, en la actualidad Suecia es uno de los países que menos efectivo tiene en circulación, apenas un 1% del PIB, mientras que en la Eurozona alcanza el 10% y en Japón llega hasta el 20% de su riqueza. También es de los países en los que menos pagos en efectivo se realizan, hasta el punto de que incluso algunos músicos callejeros cuentan con datáfonos. Mientras, en Euskal Herria ni siquiera los autobuses que hacen el servicio entre el aeropuerto de Loiu y Donostia cuenta con uno.

El problema que ha detectado el Banco Central de Suecia es que la iniciativa privada ha dejado de garantizar los medios de pago en todo el país. La escasez de efectivo en determinadas zonas poco pobladas de Suecia por la falta de oficinas bancarias y cajeros automáticos se está volviendo crónica, lo que ha llevado a Sveriges Riksbank a plantearse la creación de una moneda virtual, la e-krona, para garantizar que los pagos se puedan realizar incluso en aquellos lugares abandonados por la iniciativa privada. La dirección del Banco Central de Suecia es consciente de que una de sus funciones establecida por ley es garantizar que existe en el país un sistema de pagos seguro y eficiente. A la vista de los déficit detectados en las zonas poco pobladas, Sveriges Riksbank se ha planteado ofrecer soluciones.

Cecilia Skingsley, una de los seis miembros de la junta ejecutiva del Banco Central de Suecia, señalaba en una conferencia que, evidentemente, con una moneda digital no se resolverán todos los problemas que provoca la escasez de efectivo en algunos lugares. Son conscientes, por ejemplo, de la falta de destreza de las personas mayores para realizar operaciones por medios electrónicos, y necesitarán esfuerzos complementarios. No obstante, defendía su introducción porque complementaría los medios de pago ya existentes «mejorando un servicio dirigido al público en general». A diferencia de otras instancias públicas que ceden todo el protagonismo a la iniciativa privada, el Sveriges Riksbank mantiene en todo momento, por encima de otras consideraciones, su vocación de ofrecer un servicio público.

La e-krona

Sveriges Riksbank se inclina por que la nueva moneda electrónica, la e-krona, se base en la tecnología de cadena de bloques que usan las criptomonedas. El pasado noviembre, el gobernador del Banco Central de Suecia, Stefan Ingves, señalaba que la e-krona tendría el mismo valor que la corona y que podría gestionarse bien mediante una cuenta abierta en el banco central, o bien almacenándolas localmente en una tarjeta o en una aplicación móvil, por ejemplo. Señaló asimismo que el Riskbank se planea crear una infraestructura abierta con el fin de que otros agentes puedan crear servicios de pago para ofrecer al público en general. Apuntó también que todos los pagos en esta moneda serán liquidados por el Banco Central de Suecia para minimizar el riesgo para el sistema financiero: un banco privado puede quebrar, el banco central no.

El Banco de Suecia está trabajando en una moneda que permita hacer pagos incluso cuando el dispositivo no esté en línea. Asimismo, está estudiando cómo enlazarla con la plataforma de pagos instantánea del Banco Centra Europeo, Target Instant Payment Settlement (TIPS). Sveriges Riksbank está desarrollando una ambiciosa infraestructura para la nueva moneda digital.

Otras experiencias

Suecia no es el único ejemplo. El Banco Central de Uruguay ya ha puesto en marcha una experiencia piloto con billetes digitales que se utilizan con una aplicación telefónica. 5.500 personas participaron en la prueba piloto donde la mayor parte de las 66.500 operaciones se hicieron entre particulares. A diferencia de Suecia, el sistema probado en Uruguay para el pago electrónico no era una criptomoneda, ya que no estaba basada en la tecnología de cadenas de bloques.

En Euskal Herria no contamos con un banco central ni con vocación de un servicio público que ofrezca alternativas a la iniciativa privada y proteja los datos personales de la ciudadanía. Sin embargo, sí se pueden hacer cosas. De hecho, las diputaciones forales ya han creado dinero: las tarjetas para el transporte Barik, Mugi o Bat funcionan como medio de pago, con reglas especiales y con una validez limitada, pero son dinero al fin y al cabo. También podrían desarrollar, como el Banco de Suecia, un sistema de pago público basado en la tecnología de la cadena de bloques o en otro sistema de seguridad que ofreciera una alternativa pública que proteja nuestros datos personales y que sea más barata que las tarjetas y comisiones bancarias. De hecho, todos contamos ya en las Haciendas forales con una cuenta corriente en la que van apuntando las retenciones que nos practican. No estaría de más recuperar la visión de servicio público.

 

Cómo poner en marcha una criptomoneda con bolígrafo y papel

En un post publicado en la plataforma Medium, el ingeniero y fundador de Orbs.com, Tal Kol, explicó sencillamente cómo funciona la tecnología que sirve de base a las criptomonedas con el ejemplo de una moneda creada usando solamente trozos de papel, papel carboncillo para hacer copias y bolígrafos.

Supongamos que han quedado atrapados en una isla cuatro náufragos: Aitor, Belen, Unai y Zaloa. Cansados de discutir con cada trueque, deciden simplificarlo creando dinero. Cada uno de ellos contará con 100 unidades y para llevar la contabilidad del sistema se deciden por un procedimiento que combina la centralización y la descentralización.

Cada día, el grupo escribirá en una hoja de papel las operaciones de la jornada y el balance en el que constará cuántas unidades posee cada miembro del grupo. Para no dar excesivo poder a nadie, el balance lo completará cada día uno de los supervivientes de manera rotatoria. El primero será Aitor, seguido por Belen, Unai y Zaloa. El balance inicial tendrá el siguiente aspecto:

Día#1

Aitor tiene ahora 100 monedas. Belen tiene ahora 100 monedas. Unai tiene ahora 100 monedas. Zaloa tiene ahora 100 monedas

Firma Aitor Firma Belen Firma Unai Firma Zaloa

Por tanto, el balance reflejará el día de la operación, el dinero que posee cada uno y estará validado con sus firmas. Para evitar bloqueos –por ejemplo, que uno se niegue siempre a firmar– deciden que no hace falta la firma de todos los miembros del grupo. Pero la firma de solo dos miembros podría llevar a que se hicieran dos balances paralelos, cada uno de ellos firmado por dos náufragos. Así que se decantan por que sea firmado por una mayoría de miembros del grupo, es decir, por al menos tres. Esta es la parte centralizada del consenso. Una vez firmado, cada uno se quedaría con una copia, que sería la parte descentralizada.

Segundo día. Los náufragos empiezan a usar sus monedas. Por ejemplo, Aitor compra tomates a Belen y escribe en un trozo de papel:

«Aitor. Acción #1. Trasferencia de 10 unidades a Belen. Firma de Aitor»

Cada persona numera sus acciones y las firma para que nadie más pueda realizar una transferencia de su cuenta.

Al final del día llega la hora de actualizar el balance. Le toca a Belen. Aitor entrega su nota a Belen, que la recoge en el balance, actualiza las cantidades y firma el nuevo balance, que se lo pasa al resto para que lo verifique (¿tiene fondos suficientes?, ¿hay errores?) y lo firme. Una vez comprobados esos aspectos, cada uno del resto de miembros firma el nuevo balance y Belen reparte una copia a cada uno. El balance quedaría como sigue:

Día#2

Aitor. Acción #1. Trasferencia de 10 unidades a Belen. Firma de Aitor.

Aitor tiene ahora 90 monedas. Belen tiene ahora 110 monedas. Unai tiene ahora 100 monedas. Zaloa tiene ahora 100 monedas

Firma Aitor Firma Belen Firma Unai Firma Zaloa

Tercer día. Nuevas operaciones:

«Zaloa. Acción #1 Trasferencia de 10 unidades a Belen. Firma de Zaloa»

«Belen. Acción#1. Trasferencia de 25 unidades a Aitor. Firma de Belen»

El encargado de actualizar el balance es Unai. Zaloa llega tarde a la reunión y para entonces el resto ya ha actualizado el balance y se niegan a repetirlo. Zaloa se enfada y decide no firmarlo porque su operación no aparece. El nuevo balance tiene tres firmas, suficientes para que sea válido. Se cierra y la operación de Zaloa queda «offline», pendiente de contabilizar.

Día#3

«Belen. Acción#1. Trasferencia de 25 unidades a Aitor. Firma de Belen».

Aitor tiene ahora 115 monedas. Belen tiene ahora 85 monedas. Unai tiene ahora 100 monedas. Zaloa tiene ahora 100 monedas

Firma Aitor Firma Belen Firma Unai

Cuarto día. Este día nadie sabe dónde se ha metido Zaloa, la encargada por turno de actualizar el balance. Como no está la responsable, el balance no se actualiza. La operación del día que queda pendiente es:

«Aitor. Acción#2. Traspasa 15 unidades a Unai. Firma de Aitor»

Quinto día. Ha llovido todo el día y no se han movido. A Unai se le ocurre comprarle un sombrilla a Belen, que le pide 150 unidades. Unai no las tiene pero decide de todas formas hacer la transferencia a Belen.

Al final del día el balance corresponde realizarlo a Aitor, que reúne todas las operaciones pendientes, calcula y firma la hoja. Cuando el resto ven que hay una operación imposible, las 150 unidades de Unai a Belen, conminan a Aitor a corregir el error y el balance queda como sigue:

Día#5 (salta el 4)

Zaloa. Acción #1 Trasferencia de 10 unidades a Belen. Firma de Zaloa.

Aitor. Acción#2. Traspasa 15 unidades a Unai. Firma de Aitor.

Aitor tiene ahora 100 monedas. Belen tiene ahora 95 monedas. Unai tiene ahora 115 monedas. Zaloa tiene ahora 90 monedas.

Firma Aitor Firma Belen Firma Unai

Cuando aparezca Zaloa, «offline» ahora, tendrá en los balances todos los elementos para incorporarse al consenso.I.E.