Vencer en Cádiz es lo que permitirá a Osasuna de manera matemática certificar su condición de equipo de Primera, un campo bastante propicio en los últimos tiempos, ya que ha ganado en cuatro de las últimas cinco visitas que ha realizado al feudo amarillo. La escuadra navarra venció al cuadro cadista en la primera vuelta (2-1), tras remontar el gol de Álex con dianas de Rubén García y Roberto Torres.

Caso de empatar o perder en la Tacita de Plata, los pupilos de Jagoba Arrasate tendrán que esperar a lo que suceda en el Albacete-Granada que se jugará el lunes, día 20, con lo que la posible celebración podría darse a las 22.45, un horario totalmente intempestivo.

Las esperanzas rojillas de convertirse en equipo de Primera hoy mismo se vieron impulsadas por la derrota del Mallorca ayer en Tarragona, pero ese resultado debía combinarse con otro tropiezo del Albacete en el Cerro del Espino, que finalmente no se ha producido.

De hecho, el conjunto manchego ya se ha adelantado apenas cumplidos los primeros cinco minutos por mediación de Ray Manaj y dos tantos posteriores de Zozulya han dejado a los de Ramis con una amplia ventaja cumplida la primera media hora, lo que hacía prácticamente imposible la carambola.

Sin embargo, un gol del Rayo Majadahonda al filo del descanso y su salida en tromba tras el paso por vestuarios han abierto un hilillo de esperanza para confiar en la remontada de los anfitriones, que se ha visto ampliado cuando Marc Valentín ha marcado el 2-3. El revolcón se ha quedado ahí, si bien Osasuna sigue dependiendo de sí mismo y su ascenso parece cuestión de tiempo.

Después de unas minivacaciones de cuatro días al no haber disputado competición al sumar los tres puntos del Reus, el plantel rojillo retorna mañana a las instalaciones de Tajonar para retomar el trabajo de cara a preparar el importante envite que le aguarda frente al Cádiz.