La piel es el órgano más grande del cuerpo humano pero, por lo general, no se le presta una atención proporcional a su tamaño, aunque quizá se le haga más caso en verano por la mayor exposición solar. La oferta de cuidados es extensa pero no siempre es fácil entender los ingredientes de las fórmulas. Un grupo de emprendedores ha desarrollado la web Legit Skin, que recopila información veraz sobre las cremas de las grandes marcas y pone a disposición del usuario una herramienta de inteligencia artificial que detecta problemas cutáneos y hace recomendaciones.

Trabajan en Legit Skin desde 2018. La motivación de la iniciativa responde a dos problemas. «En España actualmente hay el doble de casos de cáncer de piel que hace 30 años y, al mismo tiempo, suceden fraudes. La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha denunciado recientemente a una marca de cuidados de la piel por poner un factor de protección en uno de sus productos que en realidad era inferior», explica Angy Aguilar, CEO y cofundadora del proyecto. Así, perciben «incertidumbre» por parte de los consumidores ante la gran variedad de productos y marcas presentes en el mercado. «Desconocen qué producto comprar, cuál les conviene… Compran más por referencia de conocidos o amigos, pero no tienen el mismo tipo de piel, no hace el mismo efecto en las todas las personas».

Como solución a ambas vertientes, han creado una base de datos con productos cosméticos y, en colaboración con investigadores de la UPV-EHU y Tecnalia, han desarrollado una herramienta web que aplica dermatoscopia digital y hace un mapeado seriado de la piel. El test facial es sencillo: el usuario sube una autofoto y completa un cuestionario. A través de la imagen, «el software detecta el tipo de piel de las personas, las imperfecciones, y va sacando por partes qué área de la piel necesita más cuidado, así como el factor que debería usar». Además, de forma automatizada recomienda productos de entre los presentes en su base de datos. Aguilar resalta que la herramienta aprende con cada uso, por lo que cuantas más personas lo empleen, más experto será.

Divulgar y asesorar

Por el momento, y de cara al periodo estival, se han centrado en los protectores solares. No obstante, su intención es ir analizando e incorporando más categorías de productos, hasta incluir poco a poco todos los presentes en el mercado estatal. No descartan la posibilidad de ampliar en el futuro su catálogo al mercado internacional.

En la parte más divulgativa, analizan los productos en laboratorios certificados y exponen su contenido en la web desgranando sus ingredientes. Explican de manera «detallada, simple y sencilla qué es cada uno, cómo funciona, cómo afecta, si protege tanto de los rayos UVB como UVA...». También cómo y en qué cantidad aplicar el protector solar, porque «las marcas no lo explican».

Y con base en unos parámetros que han establecido de acuerdo a varios organismos, asignan una puntuación a cada crema. No solo tienen en cuenta la formulación, sino también la transparencia del fabricante. «Es decir, si en la página web de la marca hay suficiente información sobre el uso y los ingredientes, si la etiqueta cumple los requisitos o el trato que dan si se les contacta».

Más allá de la información, legitskin.es funciona como un e-commerce o tienda online. No venden directamente el producto, sino que redirigen a los usuarios a otras webs donde pueden adquirirlos. Por el momento, ésa es su vía de monetización, las comisiones por tráfico web. Más adelante ofrecerán a terceras empresas el desarrollo del software que han creado.

Lanzaron la web en marzo y la herramienta a finales de junio. Afirman que son únicos en el mercado: «Con inteligencia artificial y que haga de policía en el mercado, somos los primeros». Su prioridad es ser la principal referencia de información y asesoramiento para usuarios de productos para la piel. «Queremos ser un dermatólogo digital, que no tengan que ir a un lugar físico, porque no lo hacen a no ser que se encuentren en la necesidad. Reducir el tiempo y el coste para consultar a un experto».

Para lograr esos objetivos, Aguilar explica que están colaborando con científicos y dermatólogos que comprueban que el software es válido, «que realmente detecta los problemas de la piel», así como que la información que exponen es rigurosa. También van de la mano de expertos en el área de la inteligencia artificial.