Samuel Moncada, embajador de Venezuela ante Naciones Unidas, que ha definido a la Administración de Donald Trump como «la más racista en la historia del continente», ha insistido en que EEUU «toma la delantera» y «ya no pretende que haya una oposición en Venezuela que lidera algún proceso», sino que directamente «ataca» el diálogo entre los venezolanos. Moncada ha reaccionado así a la imposición de nuevas sanciones por la Casa Blanca contra su país, que ha tachado de «terrorismo económico».

Además, el diplomático ha criticado la reunión del Grupo de Lima de hoy, donde van a «repartirse Venezuela» con un «plan colonial» diseñado por EEUU y que será presentado por el secretario de Comercio, Wilbur Ross, presente en el encuentro.

Durante su rueda de prensa en la sede neoyorquina de Naciones Unidas, Moncada ha rechazado el papel de EEUU como «reino mundial que gobierna el mundo sin importar la ONU» debido a un «excepcionalismo» que le permite estar por encima de la ley internacional.

«Nosotros rechazamos esta pesadilla que representa el señor Trump al mundo», ha dicho el embajador, que ha tildado de «racista» y «supremacista» al mandatario estadounidense.

Moncada ha condenado,, además, unas declaraciones del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, en las que rechazaba que hubiera margen para el diálogo en Venezuela. «El señor Bolton no es venezolano. El diálogo es entre venezolanos. ¿Quién es el señor Bolton para meterse?», ha cuestionado, a preguntas de los periodistas

«Territorio de guerra»

El ministro venezolano de Exteriores, Jorge Arreaza, ha acusado, por su parte, a EEUU de buscar convertir a Venezuela en «el territorio de su guerra geopolítica» contra Rusia y China.

Asegura que su país está siendo objeto de «la agresión imperial» con la imposición de diversas sanciones, que ha calificado de «arremetidas inclementes» del Gobierno de EEUU contra el pueblo venezolano.

No obstante, ha afirmado que el Ejecutivo de Nicolás Maduro, junto a sus aliados internacionales, ha construido «una arquitectura alternativa» que le permitirá «poder burlar» las sanciones, aunque admite que será «más difícil y costoso».

«No vamos a poder seguir importando la cantidad de productos terminados para los Clap», ha dicho al referirse al programa gubernamental de alimentos subsidiados, del que la oposición ha denunciado reiteradamente como un caso de corrupción y que además, dice, se usa como forma de control político en las zonas populares.

Arreaza también ha señalado que es «mentira» que se garantice el acceso a ayuda humanitaria o la compra de medicinas y alimentos, tras la imposición del bloqueo de la Administración de Trump.

Por otra parte, ha manifestado que con las sanciones, EEUU está «dinamitando» y «bombardeando» el proceso de diálogo con la oposición que está en marcha en Barbados, bajo auspicio de Noruega. Pero ha insistido en que «nada ni nadie (...) logrará que nosotros nos levantemos de la mesa de diálogo», hasta que se posibilite «un acuerdo político o varios acuerdos» con la oposición para lograr la paz.