En el citado trabajo de la Cámara de Comptos, correspondiente al ejercicio de 2018, se destacaba la situación financiera «saneada» del Consistorio durante la gestión de Asiron.
Añadía que el Ayuntamiento había conseguido «suficientes ingresos para hacer frente a los gastos, generando un ahorro neto que suma 15 millones» y finalizó ese ejercicio con un superávit presupuestario ajustado de diez millones y un remanente de tesorería para gastos generales de 15 millones.
Respecto al análisis sobre legalidad, el informe concluía que su actividad económico-financiera se realiza, en general, de acuerdo a la normativa vigente, si bien se citan algunas salvedades.
Pues esas salvedades, que suelen ser habituales en los informes de este tipo que realiza la Cámara de las distintas administraciones de Nafarroa y que se plantean como una opción de mejora, ya que no son actos contrarios a la ley, es donde Navarra Suma ha puesto el acento, obviando la parte sustancial del informe.
En una comparecencia ante los medios, la concejala delegada de Gobierno Estratégico, Comercio y Turismo, Ana Elizalde, y la concejala de Servicios Generales, María Echávarri, han desgranado esas «irregularidades». Han puesto de relieve «al menos 18 irregularidades, gestiones incorrectas e infracciones directas a la ley» cometidas por el Consistorio durante el pasado año en materias como contratos públicos, presupuestos o personal municipal.
Ambas han asegurado que tienen «la relevancia que tienen o pueden tener en la futura gestión» municipal, una aseveración que, en vista de sus conclusiones, no parece compartir el órgano fiscalizador en su informe.